Es una situación en la que nos hemos visto todos los que pasamos por la universidad en una ciudad que no era la nuestra: las vacaciones se acercan, hay miles de planes, pero falta lo principal. Sí, el dinero. Pero también escasean las formas de conseguirlo, sobre todo los trabajos para estudiantes. No hace falta pensar mucho para descubrir formas de hacer dinero mientras estudias la universidad, tan sólo tienes que ser un poco creativo. O sacrificar algunos de tus bienes que, si lo piensas bien, tal vez no necesitas. O simplemente ser más organizado. Formas hay muchas, aquí te presentamos las mejores:
1. Haz una alcancía
Un método en el que muy probablemente ya hayas pensado, pero hacer que funcione es más difícil de lo que parece. Muchos de los que lo han intentado se han descubierto a sí mismos “rompiendo el cochinito” cuando el dinero para cosas fundamentales como la alimentación o la higiene se vuelve prioridad. ¿Cómo sacarle provecho? Es muy fácil: construye tu propia alcancía y apégate a una denominación. Ya sea que utilices una botella de plástico o, si eres bueno con las manualidades, alguno de tus juguetes favoritos, es importante que sólo ahorres un tipo de moneda. A veces funciona ahorras sólo las monedas de más baja denominación. Te sorprenderá cuánto dinero puedes juntar durante el año.
2. Ubica un bazar estudiantil y véndelo todo
Una práctica que sigue en tendencia es el utilizar “bazares” de redes sociales como Facebook o Instagram. Casi todas las comunidades estudiantiles cuentan con uno. En ellos, los estudiantes publican cosas, libros y ropa en la mayoría de casos, y si generan la suficiente empatía en su publicación o tus artículos son de interés general (libros de cursos anteriores que nuevos estudiantes necesitan a buen precio) está garantizado que los venderás.
3. Reduce tus gastos alimenticios y de entretenimiento
Pregúntate: ¿necesito ese café de las 5 de la tarde?, ¿es realmente necesario que vea esa película 3D en el cine? Es más que seguro que, si analizas bien tus hábitos diarios y los relacionas con tus gatos, encontrarás sí o sí en dónde se está yendo dinero que bien podrías ahorrar. En estos tiempos, los trabajos para estudiantes escasean, y no puedes permitirte vivir sin una planeación adecuada. Te recomiendo hacer las compras de la semana en un supermercado y no día con día. Inténtalo. Compara. Cuando lleguen las vacaciones y puedas irte a la playa con tus compañeros, entonces me lo agradecerás.
4. Apégate a tu planificación
Una vez que has dominado el difícil arte de comprar de antemano, debes hacer una planificación mensual. ¿Cuánto gastas a la semana? ¿Qué puedes hacer gastar menos? ¿Cuánto de ese dinero puede ir a tu alcancía? Anota las respuestas a esas preguntas y tendrás un plan mensual. Al principio, apegarte a él será difícil; más de una vez caerás en un desliz, pero recuerda: todo es por una buena causa, ¡las vacaciones! Si tienes autocontrol, tu alcancía crecerá más de lo que inicialmente pensabas.
Recuerda que, de cara a las vacaciones, la mayoría de trabajos para estudiantes ya están ocupados. No esperes a los últimos meses para empezar a ahorrar. Vivir con un presupuesto ajustado es difícil para cualquiera, pero lo es mucho más para un estudiante universitario. Por lo que, si quieres pasar unas vacaciones sin preocupaciones, es hora de empezar a ejercitar tu sentido de la planificación, pero, sobre todo, tu capacidad de autocontrol. ¡Puedes empezar a hacerlo hoy mismo!