Hace tres años aproximadamente, un entrevistado me comentó por qué usaba un collar cervical, había visitado a dos médicos por un dolor en su brazo izquierdo, pero su problema continuaba, ambos lo derivaron a centros de kinesiología donde le aplicaron calor e infiltraron, pero al cabo de unos meses el dolor volvía.
Comenzó a sospechar que el problema no estaba en su brazo y decidió visitar a un especialista en columna. Le hicieron una resonancia y se descubrió que la lesión en una de sus vértebras irradiaba el dolor a su brazo.
Él trabajaba la mayoría del tiempo sentado y como muchos no prestaba demasiada atención a su postura. Situación que decidió cambiar aplicando los consejos de su médico, lo cual le trajo bastantes beneficios. Nos encontramos el año pasado y me comentó que después de su terapia nunca más tuvo dolor.
Muchos, incluyéndome, a veces no nos damos cuenta como estamos sentados hasta que sentimos alguna molestia en el cuello o los hombros. Por eso es importante educarnos al respecto y aplicar una serie de técnicas que pueden hacer la diferencia entre una columna sana y otra con problemas.
1. Utiliza un asiento con respaldo, de altura ajustable y que permita mantener tu espalda y hombros rectos.
2. La pantalla de tu computador debe estar en línea recta con tus ojos, así evitas tener la cabeza y el cuello inclinados.
3. El escritorio debe ser espacioso para acomodar adecuadamente lo que tu trabajo requiera y permita dejar un lugar de descanso para tus muñecas.
4. No estés sentado por largo tiempo. Al menos permítete unos 5 minutos por hora alejado del PC. Caminar es una buena opción.
5. Mantén tus rodillas ligeramente más altas que tus caderas y los pies planos sobre el suelo o algún tipo de altura.
6. Estira las extremidades, cuello y torso. Esto ayudará a evitar problemas musculares.
7. Si necesitas recoger o levantar algo, siempre flecta las rodillas, no la columna.
Imagen CC vía planetc1.