Que los chilenos somos una sociedad sedentaria no es un mito. Según la última Encuesta de Calidad de Vida y Salud (2006) el 89,2 por ciento de nuestra población no realiza ningún tipo de actividad física, aparte de sus respectivos traslados, de la casa a los destinos propios. Es decir, nueve de cada diez personas de nuestro país no practica deportes, ni hace nada por ejercitarse; una pésima cifra, si se tiene en consideración el bienestar mental y físico de aquellos que optan por la vía del entrenamiento corporal.
Si se trata de los universitarios, el cambio de vida que se da del colegio a esta nueva etapa es aún mayor. Acostumbrados a tener dos horas de Educación física, en que, por lo menos, se jugaba a la pelota o se hacía algún esquema de baile, llegamos a la enseñanza superior haciendo esfuerzos que no superan el subir las escaleras o levantar los pies para subirse a la micro. Hablando de la gran mayoría, claro, porque hay excepciones que merecen reconocimiento.
Un estudio internacional realizado este año en la Universidad de Bélgica, asegura que los universitarios de todo el mundo, suben, en promedio, en los primeros dos años de ingreso a la educación superior, 3,5 kilos, debido a la “vida alegre” que se comienza a llevar en las diversas instituciones. Entre las características de esta nueva rutina, podemos encontrar: crecimiento de la vida social, elevado consumo de grasas y alcohol, menos tiempo libre y, todo esto, combinado por un exceso brutal de sedentarismo.
La autora del estudio y profesora de la Universidad Belga, Sylvie Uytterhaegen, asegura que, “los estudiantes universitarios hacen, en general, mucho menos deporte que los de secundaria, y por ello, engordan. El resultado de esa falta de actividad física es claro: el 80 por ciento de los estudiantes universitarios de primero y segundo curso (independientemente de la carrera) engorda una media de 4 kilos y se colocan peligrosamente en el límite de lo razonable para ser considerados personas con sobrepeso"
Esta situación genera un planteamiento lógico ¿No sería bueno agregar ramos deportivos obligatorios en las mallas universitarias de nuestro país? Sé que en algunas facultades pueden ser tomados en materias electivas, sin embargo, no existe rigurosidad para el total de los estudiantes.
Beneficios y consejos
La actividad física resulta ser un excelente protector contra el estrés, mejora el estado de ánimo, controla tu apetito, combate el insomnio y elimina el cansancio, entre muchos otros efectos. Matías Muñoz, profesor de Educación Física, egresado de la Universidad Bernardo O'higgins (UBO), explicó a Universitarios.cl que, “los beneficios fisiológicos de realizar deportes son demasiados: relajamos la musculatura, prevenimos el flujo sanguíneo lento (responsable de las enfermedades cardiovasculares) y liberamos endorfina, que es la hormona responsable de entregarnos la sensación de bienestar”
Además, dedicar una pequeña parte del día a realizar una rutina de ejercicios, ayuda a ejecutar de mejor manera nuestras tareas diarias. El docente de la UBO agrega que, “es recomendable realizar actividades deportivas en la mañana, ya que la activación neuromuscular que se genera hace que podamos tolerar de mejor manera las actividades de nuestro diario vivir y realicemos todo con mayor energía. Si el tiempo en la mañana no alcanza y vamos a hacer alguna rutina en la noche, es recomendable realizar ejercicios que no sean muy bruscos, ya que podríamos tener efectos que nos dificulten conciliación del sueño”.
Si la plata escasea y las condiciones no son óptimas como para pagarnos un gimnasio, salir a trotar, practicar algún deporte que nos guste o inscribirnos en un taller artístico de nuestra universidad, son también excelentes opciones para complementar nuestros estudios con un poco de ejercitación y dejar de ser catalogados como una de las generaciones más flojas y sedentarias del último tiempo.
Ustedes qué opinan, ¿Somos los universitarios de Chile tan sedentarios como lo reflejan las cifras? ¿Tú haces algún tipo de actividad física?