8 señales que indican que eres adicto a las redes sociales

En los tiempos que corren estamos hiperconectados (virtualmente hiperconectados). Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest… cada día son más las redes sociales que utilizamos y cada día es mayor el tiempo que dedicamos a ellas. Descubre si te estás transformado en un adicto a las redes sociales revisando estas 8 razones que ponen en evidencia que deberías alejarte un poco de tu laptop y de tu smartphone y acercarte más a tus libros y a tus compañeros de la universidad.

1. Al salir de la cama lo primero que hacer es revisar tus redes sociales.

2. Tomas fotografías de todo lo que haces para compartirlo en tus redes.

3. Olvidaste lo que es ir al baño sin tu smartphone.

4. En vez de reírte en voz alta dices “LOL”.

5. Actualizas tu perfil cada dos minutos para ver si tienes likes nuevos.

6. Comes sentado en tu laptop o con el Smartphone en la mano.

7. Enloqueces cuando no hay Internet

8. Crees que es el fin del mundo si se te acaba la batería.

Si te sientes identificado con todas estas razones puede que seas un adicto a las redes sociales. Esta adicción puede causarte muchos problemas en tu vida cotidiana, social y universitaria. El aislamiento provocado por el constante uso de las redes baja tu rendimiento universitario, te aleja de tus familiares y amigos y hasta puede causarte trastornos de conducta.

Lo primero que necesitas para combatirlo es voluntad. Intenta limitar de a poco el tiempo que ocupas en las diferentes redes, recuerda que las interacciones que ahí se producen son virtuales (puedes ver a tus amigos y compañeros en cualquier lugar físico, tomar un café, conversar cara a cara). Realizar actividades que te resulten estimulantes también te ayudará a alejarte de tus dispositivos. Sal a correr o trotar, comienza un curso de pintura o consigue un nuevo trabajo acorde a tus horarios de estudio, cualquier ocupación que te haga olvidar de las redes será útil. 

No es cuestión de que te alejes totalmente de las redes, éstas son parte de tu vida y está bien que así sea, lo importante es que no se conviertan en tu vida misma, ni reemplacen a tus seres queridos por amigos virtuales.