El estrés de final de semestre ya se puede sentir en el aire. Para todo universitario, el último mes de clases puede ser una tortura: pareciera que todos tus profesores se pusieron de acuerdo para que tus pruebas y trabajos coincidieran en la misma semana, o peor, el mismo día. Si aún estás en el estado de procrastinación de inicio de semestre, estas son las 20 señales que te ayudarán a que te des cuenta que el fin está por llegar:
1. Eres uno de los pocos que aún van a clases.
De pronto tu curso de 90 personas termina siendo un grupo de los 20 más responsables.
2. Tu profesor/a les da la opción de una prueba recuperativa porque sabe que muchos no podrán pasar el ramo.
Son unos pocos, pero son los mejores profesores que puedes tener. "¡No habrá sobrevivientes!"
3. Tu "amigo" el desaparecido te busca por tus apuntes.
Por arte de magia aparecen en la clase antes de la última prueba solemne pidiéndote ayuda.
4. La calculadora se convierte en tu mejor amiga.
"¡Él tiene razón, todo se comprobó!".
5. Calculas tu nota final y solo te faltaba una décima para eximirte del examen.
6. Te pasas la noche entera estudiando por esa prueba, sabiendo que es probable que no recuerdes nada por la mañana.
Y, efectivamente, no recuerdas nada.
7. Entre Redbull y café, no sabes cuál es más efectiva para esa noche de estudio.
8. Vas convencido/a que te fue bien en el examen, pero repruebas.
"Siempre he sabido exactamente adónde voy, y ahora... no sé qué hay ahí fuera"
9. No reconoces a la persona que está frente tuyo por todo el sueño acumulado e intentas pasar inadvertido.
10. La biblioteca se llena más que sector cancha en concierto.
Porque todos quieren pasar los ramos.
11. Y cuando buscas un lugar para la siesta post-prueba, hasta la banca del patio sirve de cama.
12. Aparecen los primeros indicios de elecciones estudiantiles.
13. Y cuando menos te lo esperas ya te están haciendo patio*.
*Militantes del movimiento político hacen publicidad en los patios, buscando obtener tu voto.
14. Las fiestas de fin de semestre se toman las facultades.
15. Eres capaz de ir a rogarle al profesor para que te deje pasar.
Aunque prometiste no hacerlo.
16. Tu pololo es algo ya lejano en tu memoria.
Y las pruebas tus amantes.
17. Tu salud puede pasar a segundo plano.
Porque ni el más mínimo resfrío puede detenerte. "Estoy tan molesta"
18. Y tu alimentación se vuelve más basura de lo que fue durante el semestre.
19. Llegas a un estado de zombi diurno.
20. Pero todo vale la pena por tu objetivo final: vacaciones.
¡Por eso no te desanimes! Aunque parezca que es tu apocalipsis personalizado, todo el esfuerzo valdrá la pena por esos meses de relajo sin estudios.