Estudiar odontología es una de las cosas más lindas que te puede pasar, no existe nada en toda la carrera que pueda ser considerado inútil ya que mientras avanzas en los semestres te das cuenta de que todo el aprendizaje se complementa. Esta es una de las mejores inversiones de tiempo, dinero y dedicación que puedes hacer en tu vida porque esta carrera siempre te dará razones para estar feliz.
Lo mejor de la carrera
El aprendizaje
Si eres una persona que ama conocer diferentes áreas de la ciencia, esta es definitivamente tu carrera ideal. Para convertirse en odontólogo debes adquirir una sólida base en física, química, matemáticas, anatomía, microbiología y en muchas otras áreas. La concepción de que los dentistas solo saben de los dientes es un error, ya que durante 6 años de estudio aprendes a tratar al aparato estomatognático como un todo en armonía con el cuerpo.
La experiencia
Si bien no a todos les pasa, al estudiar odontología creces como persona. Esta carrera tiene muchos ramos que abarcan la salud del cuerpo completo, y es por esto que aprendes a preocuparte de cada uno de tus pacientes en su integridad, les preguntas cómo se han sentido en general, si han experimentado cambios de salud importantes, observas la piel de su rostro para evidenciar cambios que podrían indicar alguna enfermedad y siempre estás dispuesto a orientarlos con todas sus inquietudes. El valor de una buena salud es incalculable y siempre haces lo posible por contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.
Las habilidades que se adquieren
Para ser odontólogo, lo más importante son las ganas y la responsabilidad, ya que si no naciste con manos mágicas para realizar los diferentes tipos de tratamientos que realiza un cirujano dentista como restauraciones con resina, tratamientos de conducto, preparaciones biológicas u otras cosas, no importa porque tienes todas las herramientas para poner a prueba el dicho "la practica hace al maestro", y ensayar cuantas veces sea necesario hasta conseguir la perfección. A veces pensarás que simplemente no eres capaz de hacer las cosas que te piden, sin embargo cuando pones tu tiempo y dedicación en tus objetivos todo resulta de la mejor forma.
Lo peor de la carrera
Los profesores sin vocación
En varias ocasiones te encontrarás con profesores que solo trabajan en el campo de la docencia por dinero. En general, esto no es un problema a menos que te toquen en los ramos prácticos, ya que un profesor sin ganas de evaluar tu trabajo con seriedad y dedicación te puede hacer reprobar un ramo fácilmente.
Los horarios
Tener la semana completa es una rutina que vives desde el primer año, esto ocurre porque la mayoría de los ramos se divide en un área práctica y en una teórica donde debes asistir a clases, laboratorios, simulaciones, clínicas, y otras actividades. De hecho, llega a ser casi imposible hacer los cursos de formación general porque siempre tienes el horario lleno. Otra cosa que también es molesta es que la mayoría de tus jornadas inician a las 8:00 am, donde tienes que levantarte a las 6:00 am en mi caso para llegar a tiempo, luego llegas a la casa casi de noche, te acuestas a las 2:00 o 3:00 am por estudiar y terminas durmiendo solo un par de horas hasta que llega el fin de semana.
La asistencia obligatoria
Si te enfermas, tienes una emergencia, llegas atrasado, o te pasa algún inconveniente, es mejor que tengas un certificado médico listo o una muy buena excusa, porque la asistencia obligatoria a algunas actividades es algo que no se puede tomar a la ligera. Existen algunos ramos donde solo puedes faltar una vez a una actividad práctica y si no lo justificas repruebas de inmediato.
Dejando de lado las cosas malas de esta carrera, que al fin y al cabo son situaciones que se viven en todas las etapas de la vida, si vas a estudiar odontología o ya eres parte de esta comunidad de futuros odontólogos, estarás de acuerdo con que esta profesión es una de las más lindas e importantes que existen.