Entrar al segundo año se siente como todo un logro. Algunos decían que no durarías ni un solo año, que eso no era para ti. Taparle la boca a los negativos es uno de los sentimientos que mejor se debe sentir en esta vida. Pero todo esto es pasado, ya comienza un nuevo año y los desafíos son otros: nuevos ramos, profesores, ya no te ven como mechón y las exigencias aumentan. Cuando pisamos la universidad en marzo, nos vamos dando cuenta de un montón de situaciones que no estaban el año pasado, como:
- Falta gente: ¿Y dónde esta juanito? se preguntan muchos. Bueno, juanito decidió que esa carrera no era lo que quería, que necesitaba otro rumbo, buscar otros horizontes. Todas estas propuestas existenciales van minando el ímpetu de algunos, lo que podría llegar a generar...
- Crisis vocacional: Quizás la peor pesadilla del universitario. Una vez que llega no te deja, es como un virus de estos que vuelven a brotar en cierta fecha. Cuantos sucumbirán y cuantos resistirán, un misterio.
- Muchos solteros/as: Por algún motivo la mayoría de los pololeos de primer año mueren en el segundo. Para algunos muy bueno, para otros no tanto, la verdad es que tu generación se ha vaciado de relaciones. Algunas terminaron bien, otras muy mal, lo que podría contribuir a que...
- Se empiezan a formar grupos: "Todos amigos", la frase típica de primer año. En segundo ya no tanto, la gente va separándose y agrupándose por diferentes motivos, como intereses sociales, culturales, socioeconómicos y hasta por la pinta. Y tú estás ahí, viendo que hacer o para donde moverte, lo que te lleva a preguntarte...
- ¿ A quién saludo?: Tanta gente con la que tuviste ramos, compartiste el mechoneo, se hablaron los primeros días de clases, o simplemente estaban cerca tuyo, ya no lo están. Te paseas por el patio y haces contacto visual, pero te surge la duda ¿lo saludo o qué? Lo bueno es que con el tiempo las cosas se vuelven menos raras e incomodas.
- Cambios de look: "Ohh, ¡te teñiste el pelo morado!, te queda ¿super bien?". Las representaciones internas de tus compañeros empiezan a aflorar, la diversidad se manifiesta y la gente se pone a experimentar. Mal que mal, ¿qué es lo peor que puede pasar?
- ¿Completo o ensalada?: A algunos ya les empieza a pasar la cuenta todo lo comido y lo bailado del primer año. Algunos llegaron más flacos y se cuidan, otro no están muy interesados en su figura y no reniegan del completo.
- Presión matea: Inevitablemente todos vamos creciendo y se supone que nos ponemos más responsables. Ahora cuando conversas en clases empiezan los "shhh" de algún compañero que quiere prestar atención y ser mateo. Esta plaga se va extendiendo entre muchos de tus compañeros y solo irá creciendo a lo largo de la carrera.