El sistema nervioso es poderoso y parece increíble que pueda llegar a causar enfermedades. Sin embargo, cuando estamos sometidos a demasiada presión y sentimos que las cosas se nos están escapando de control llega el invitado indeseable, el famoso estrés. Cuando estamos estresados la ansiedad se apodera de nosotros y tenemos la sensación de que tarde o temprano vamos a colapsar. Nuestro organismo también paga las consecuencias, de esos ataques de nervios o de que en la U te estén exigiendo demasiado. Hay algunos padecimientos que son causados, por lo general, por exceso de preocupaciones y tal vez tu estés siendo afectado por alguno de ellos. A continuación podrás conocer 6 problemas de salud que pueden deberse al estrés provocado por la U.
1. Colon irritable
Para algunos, el colon se transforma en un enemigo que forma parte de ellos. Según los expertos, no existe una causa específica para que esta enfermedad se produzca pero sí reconocen que los factores sicológicos influyen en el desarrollo del también conocido como Síndrome del Intestino Irritable (SII). Puedes reconocerlo porque se generan alteraciones digestivas como inflamación de abdomen, dolor de estómago agudo, problemas con el tránsito intestinal (pasar metido en el baño o no hacer del 2 por días) o el famoso meteorismo.
Esta enfermedad es crónica, pero sí puedes mantenerla bajo control con una buena alimentación, incorporando mucha fibra, vegetales verdes y evitando comidas grasosas, además de beber bastante agua a lo largo del día. Hacer ejercicio también te ayudará a mantener la ansiedad bajo control.
2. Gastritis
Otra enfermedad estomacal, que puede ser causada por el sistema nervioso, es la gastritis. Es reconocible por síntomas como problemas con la digestión, nauseas y vómitos, dolor en la boca del estómago, sensación de ardor, falta de apetito, gases y diarrea. Dentro de sus causas se encuentran el consumo en exceso de algunos remedios como la aspirina, que una bacteria sea la que la origina, consumo excesivo de café o alcohol, consumir los alimentos muy calientes o estrés severo. Hay cuadros de gastritis que son temporales (gastritis aguda) y también aquella que es crónica. Si sufres de gastritis, debes evitar los lácteos durante los periodos en que te aqueja, dejar el cigarro, el alcohol, el café, el chocolate, los condimentos, las bebidas energéticas, el queso y los dulces.
A la hora de comer verduras, consúmelas cocidas en lugar de crudas y también come frutas, pescado y abundante agua e intenta hacer al menos 5 comidas al día. Algunos alimentos que te pueden ayudar son la alcachofa y el jegibre. También es importante que no te automediques con anti inflamatorios o que dejes de tomar aspirina como si fueran mentitas.
3. Reacciones alérgicas
Así como en algunas personas el estrés se manifiesta en el estómago, en otras, lo hace en la piel. Por eso, cuando aparecen granitos o manchitas que antes no tenías y coinciden con situaciones de mucha presión, puede ser que el estrés te esté pasando la cuenta. La Dermatitis Atópica consiste en erupciones que se presentan en la piel, generalmente en color rojo. Alergias al polen o al polvo, productos químicos, perfumes, resequedad en la piel o estrés crónico, pueden producir esta reacción anormal. Por supuesto, se debe a un sistema inmunológico débil y los síntomas son: ampollas que forman costras, piel reseca y con cambios de color, así como también ardor constante.
Si necesitas prevenir o disminuir la dermatitis, es necesario que mantengas tus uñas cortas, uses algún humectante, evites jabones y detergentes demasiado fuertes, además de decirle chao a los huevos, por lo menos mientras las manchas estén presentes. También deberás darte duchas cortas, usar shampoo y jabón especial para personas con pieles sensibles y no frotar la piel de manera brusca y prolongada.
4. Resfríos constantes
Durante invierno y primavera, es normal que todos pasemos por un ciclo de resfríos, pero el problema es cuando pasas moquillento todo año y no encuentras una posible causa para ello. Pasa que las defensas bajan cuando estamos estresados y esto abre la puerta a las bacterias, que obviamente comenzarán a hacer fiesta en el organismo. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, el estrés crónico puede resentir el sistema inmunológico y esto lleva a cuadros constantes de gripe o resfrío.
Si quieres evitar los resfríos que duran meses, consume vitamina D, busca actividades que te mantengan alejado del estrés, al menos por un rato, come verduras crudas, evita alimentos procesados, ejercítate regularmente, lávate las manos varias veces al día ()y que el proceso dure al menos 20 segundos, no te toques la cara, la nariz o la boca, evita toser en tu mano, duerme lo necesario para reponer fuerzas y hazle la cruz a la auto medicación con antibióticos.
5. insomnio
Todos hemos tenido problemas para dormir algún día en particular, pero cuando te cuesta conciliar el sueño todos los días, entonces estás ante un cuadro de insomnio crónico. Se puede dar por el consumo excesivo de cafeína, el uso crónico de remedios para dormir, si estás tomando pastillas para adelgazar, el hipotiroidismo y también la ansiedad y el estrés, ya sea momentáneo o crónico. Sus síntomas son: dificultades constantes para quedarse dormido, cansancio y sueño durante el día, sentir que no descansaste mientras dormiste y no dormir de corrido.
Para tratar este problema, es primordial que mejores tus hábitos del sueño y por eso se recomienda tomar un vaso de leche caliente antes de acostarse, no mirar el celular o usar el computador mientras estás acostado, que tu última comida del día sea liviana, escucha música clásica (pero que sea 1 hora o 30 minutos antes de dormir) y ni si te ocurra ponerte a ver una película "a ver si te da sueño". La valeriana, una infusión de lechuga, la lavanda, las flores de naranjo, la avena y los plátanos, son inductores naturales del sueño. Ten en cuenta que si han pasado 20 minutos en los que estás tratando de dormir, pero sin éxito, deja de intentarlo y lee un libro o escucha música, ya que obligarse a dormir es peor, porque genera ansiedad y esta es enemiga del sueño.
6. Fatiga extrema
Es normal que cuando estudamos nos sintamos agotados, no solamente por las levantadas temprano sino que también por el cansancio mental de tener que responder en varios ramos paralelamente. Por eso, cuando sientes tu cuerpo pesado todos los días, te cuesta un mundo levantarte, no tienes muchas ganas de hacer cosas y el agotamiento no se disminuye con descanso, estás frente a un cuadro de fatiga extrema. Puede ser producida por anemia (factores alimenticios) o también debido al estrés que no está siendo manejado de buena manera. Los síntomas son dolores de cabeza frecuentes, mareos, dolores musculares, cansancio prolongado, problemas de concentración y memoria, dolor de garganta, y ganas constantes de dormir.
Si reconoces los síntomas, entonces te puede ayudar el tratar de dormirte todos los días a la misma hora, mantener tu peso, hacer ejercicio 2 veces al día (por al menos 15 minutos durante cada sesión), dedicarle un poco más de tiempo a la ducha matutina y así relajarte, y siempre tomar desayuno como corresponde. Algunos tratamientos naturales son el polen de las abejas, la maca, el ginseng y dentro de los remedios más tradicionales, se encuentran los complejos vitamínicos.
En caso de que tus síntomas sean similares a los descritos en alguna de estas enfermedades, la recomendación es siempre a consultar a un especialista. Él podrá orientarte al respecto y en caso de ser necesario, recetarte el tratamiento necesario para aliviar tus molestias. Además, intenta siempre realizar actividades, lejanas a la U, que te permitan liberar tensiones y endorfinas, para olvidar el estrés de la semana. Puedes probar con danza, fúlbol, bicicleta, videojuegos o cualquier cosa que te agrade y te relaje.