A los 18 años se supone que nos llega la adultez, se supone que el típico peluseo del colegio queda atrás, se supone que entramos a la universidad y hasta se supone que nos ponemos más responsables y queremos libertad, ¡libertad! ¡¡¡LIBERTAAAAAD!!! Qué bonita palabra. Porque hay cosas que, por más que uno crezca no van a pasar, como “mientras usted viva en esta casa va a respetar mis reglas”. ¿Te suena familiar? Aquí te presentamos las señales que te están GRITANDO que deberías irte a vivir solo pronto. ¡Ahora YA!
1. Estás harto de las reglas y horarios de tus padres, que no entienden que ya no eres un cabro chico.
2. Sueñas con llegar a tu casa a la hora que sea, prender la tele en el canal que se te ocurra, caminar desnudo, en fin lo que no puedes hacer ahora.
3. Ya no comes en los horarios en que come tu familia, de hecho te ven tan poco en casa que piensan que eres algún tipo de espíritu que merodea por los pasillos.
4. Te tiene podrido no poder llevar a tu pololo o polola a tu casa, porque discursitos como “nada de puertas cerradas” no se hacen esperar.
5. Quieres comer pizza al almuerzo, pizza al desayuno, pizza a la once, pero en tu casa sólo hay legumbres y ensaladas y esas cosas te enfurecen.
6. Tu mamá te sigue revisando la pieza, los bolsillos de los pantalones, los cajones, TODO. Porque las mamás son los Sherlock Holmes del hogar y ¡ay de ti! si tienes algo oculto por ahí.
7. Tienes más de 30 años… ¿QUÉ? Bueno, este punto habla por sí solo.
8. Tienes miles de ideas súper vanguardistas para decorar tu futura casa, pero te sientes encerrado en esa onda de casa media ochentera que no te representa.
9. Cada vez que llegas, tus papás te dicen algo como “a ver tírame el tufo”… ¡Noooo! si es como vivir con la PDI. ¡Cuidado!
10. Tu familia te comenzó a dejar la sección de clasificados del diario abierto en la página de arriendos de propiedades. Eso, queridos amigos, es una delicada invitación a independizarte.
11. Anhelas el día en que puedas tocar tu guitarra hasta la madrugada al son del blues o el rock, pero escuchas “¡bájale el volumen a esa cosa, es hora de dormir! y se te pasa.
12. Tu vecina acusete le dice a tu mamá TODO lo que haces. Es como una DINA en tu propio barrio…y a tus padres les encanta saber todo lo que haces…
13. Pero lo que más te revienta es no poder carretear en paz en tu propia casa “porque esta es una casa decente, ¡cómo se te ocurre!”. Pero cuando inaugures tu casa de soltero… ¡puta que va a estar bueno ese carrete!