“El periodismo de investigación es la tarea de revelar cuestiones encubiertas de manera deliberada, por alguien en una posición de poder, o de manera accidental, detrás de una masa caótica de datos y circunstancias que dificultan la comprensión. Es una actividad que requiere el uso de fuentes y documentos tanto públicos como secretos”. Así comienza el primer capítulo de este manual publicado por la Unesco en agosto de 2009 y escrito por siete periodistas.
Según plantea su editor y principal autor, Mark Lee Hunter, la mayoría de la literatura dedicada al tema, asume que en tanto el periodista encuentre la información buscada, será capaz de redactar una historia viable. Sin embargo, sostiene no compartir ese supuesto, ya que el problema central no es el hallazgo de la información sino el contar una historia.
El libro hace una clara diferencia entre el periodismo de investigación y el convencional. Por ejemplo, afirma que en este último la información se recolecta y se informa a ritmo fijo (diaria, semanal o mensualmente). En cambio en el primero, mientras la información no sea coherente y completa no puede publicarse.
También aclara que en el periodismo convencional las fuentes oficiales ofrecen información sin reservas para promocionar su persona y sus objetivos. Mientras en el de investigación, la información oficial se le oculta al periodista porque, de ser revelada, podría comprometer los intereses de determinadas autoridades o instituciones.
Por otra parte, el manual destaca el aporte de una investigación basada en hipótesis y la importancia de saber plantearla. Por ejemplo, se enfatiza que el declarar simplemente que deseamos investigar la corrupción, no es una buena propuesta para presentarle a un editor. Pero si en lugar de aquello se afirma que “la corrupción del sistema educativo ha destruido las esperanzas que tenían los padres de que sus hijos tengan una vida mejor”, entonces la propuesta de investigación suena más atractiva y la posibilidad de que sea aprobada es más viable.
La investigación a partir de historias, también dedica un capítulo al chequeo de datos. Enfatiza que el trabajo periodístico debe pasar por un control de calidad antes de transformarse en dominio público. Por lo cual es necesario verificar que la historia sea real, eliminar o cambiar los datos que no son correctos y asegurarse que el tono de ella esté justificado.
Por supuesto, el chequeo ético también es incluido. En ese capítulo se desarrolla el derecho a réplica, el procedimiento para asegurarse de que las críticas están justificadas, el enfoque de la transparencia y los pasos que un periodista debe seguir al tratar con fuentes peligrosas.
Un manual sumamente útil sobre métodos y técnicas de investigación periodística que considera a las historias como “el cemento que une cada paso del proceso de investigación, desde su concepción hasta la indagación, redacción, control de calidad y publicación”.
La buena noticia para los apasionados por esta área, es que el libro es de distribución gratuita y puede ser descargado en formato PDF desde este link.
Pero si estas 89 páginas te dejan con ganas de seguir indagando, también te recomiendo el libro Análisis de contenido, para aprender a leer entre líneas, y el documental Our currency is information, sobre herramientas y métodos de investigación para exponer el crimen organizado transfronterizo y la corrupción.
¡Espero que los disfrutes!