El estrés laboral es uno de los grandes problemas que enfrentan algunos trabajadores y que les impide llevar una jornada normal de trabajo. Esta problemática se acrecienta al término de año, cuando no se han tenido vacaciones en varios meses o cuando se acercan fechas importantes como Navidad, donde hay que realizar muchas compras. Es por eso, que la Escuela de Negocios y Comercio de Madrir diseñó una lista con siete consejos para enfrentarlo que acá te presentamos.
1-. Haz ejercicio: Por más que suene majadero decir que hacer deporte es bueno para múltiples funciones del organismo, la verdad es que hacer deporte ayuda a liberar tensiones debido a liberación de endorfinas. Al principio cuesta comenzar porque se cree que se tendrá que invertir mucho tiempo y esfuerzo, pero la verdad es que no siempre debe ser así. Se puede comenzar con sesiones cortas de caminata, trote o bicicleta o alguna clase del gimnasio. Después se volverá un poco adictivo y el cambio anímico se notará de inmediato. Incluso puede ayudar a dormir mejor.
2-. Organízate: Según el portal, organizar la agenda del día, ayuda a priorizar tareas, y a establecer una rutina. De la mano con lo anterior, la planificación ayuda en la concentración en los objetivos y en definitiva, a ser más productivo, particularmente, en aquellos casos en que la demanda de trabajo nunca acaba. Ello ayuda también a no olvidar tareas que se deben realizar en determinada fecha o a alejarse de la sensación de tener mucho que hacer pero no saber por qué empezar, lo que contribuye a tener menor tensión e incluso a olvidar la agenda laboral después de la jornada de trabajo.
3-. Duerme lo necesario: Más allá de somnolencia que pueda afectar en la rutina diaria, el no dormir bien puede afectar a la concentración, al estrés y al estado anímico. Dormir siete u ocho horas es esencial para enfrentarse adecuadamente al trabajo y a las personas con que debemos lidiar día a día en nuestras funciones. Es difícil darse cuenta del estrés, pero es fácil saber cuánto se duerme. Dormir menos puede ser un indicador para percibir el problema y hacer algo al respecto.
4-. Come bien: Por muy obvio que suene, no alimentarse con la frecuencia correcta o no comer sano e incluso no comer en el ambiente adecuado puede generar problemas. Es importante diferenciar espacios y dedicar tiempo a cada comida. Dietas deficientes pueden provocar necesidades biológicas que desemboquen en estrés.
5-. Busca apoyo: Cuando sientas que no puedes hacer algo busca apoyo en tu jefe y tus compañeros de trabajo. Es normal que en ciertos periodos puedas tener más trabajo y ellos pueden ayudarte con ideas o información para optimizar algo o simplemente reducir tu carga de trabajo, priorizando ciertos aspectos.
6-. Sé positivo: Procurar recordar por qué se está trabajando, tener presente que se está pasando un periodo particular, y poner objetivos cortos puede ayudar mucho a enfrentar las dificultades o las tareas de largo aliento.
7-. Establece objetivos: Relacionado con el punto anterior, el establecimiento de metas de corto, mediano y largo plazo puede ayudar a ordenar el trabajo, priorizar actividades y a sentir satisfacción por las metas alcanzadas, y en definitiva, poseer un menor estrés en el trabajo.
Fuente: Escuela de Negocios y Dirección
Imagen CC JoePhilipson