Científicos estadounidenses de la Universidad McGill y la Universidad Stony Brook comprobaron que estar desempleado aumenta el riesgo de morir prematuramente hasta un 63%, tras estudiar los datos de 20 millones de personas en 15 países occidentales de las últimas cuatro décadas.
Los investigadores atribuyen este resultado a que estar desempleado causa estrés y afecta al estatus socioeconómico, lo que redunda en un menor cuidado de la salud. Esto es especialmente evidente en los hombres, los que aumentan su mortalidad en un 78%, sobre todo si se quedan sin trabajo cuando aún no han cumplido los 50 años.
A esto se suma otro estudio realizado en Alemania entre 2008 y 2009 por el Instituto Robert Koch, que demostró que las personas entre los 30 y los 59 años que están desempleadas sufren más a menudo y durante más tiempo problemas físicos y emocionales, como insomnio, ansiedad o adicción a determinadas sustancias, por lo que también utilizan más los servicios de salud.
Y para reafirmar estos estudios, les contamos que una investigación publicada recientemente en la revista Demography reveló que las patologías más habituales entre quienes pierden su empleo son la hipertensión, los problemas cardíacos, los infartos y la diabetes.
Por otra parte, los empleados también sufren enfermedades asociadas a sus trabajos.
¡A cuidarse!
Fuente: Tacnamedic