“La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, la vida se trata de crearte a ti mismo”, decía el escritor irlandés George Bernard Shaw. Una cita bastante ad hoc si tomamos en cuenta la competitividad existente en el actual mundo profesional.
Un adecuado proceso de reinvención es una oportunidad para crearse a uno mismo. Nos permite ser mejores profesionales, más creativos al momento de emprender y más eficientes en nuestras tareas laborales.
La clave está en saber cómo desarrollar el proceso correctamente. Por cierto, cada uno puede optar por una metodología distinta, acorde a sus preferencias o prioridades. Pero existen algunos factores importantes a tener en cuenta:
1. Tener un objetivo claro: si no existe conciencia y determinación sobre lo que se desea lograr, la falta de iniciativa cobra notoriedad. Lo más probable es que bajo esas condiciones, por ejemplo, un profesional no sea capaz de tomar riesgos y emprender.
En cambio, si se tiene claridad de las metas, la independencia empieza a surgir como característica predominante y aumenta la posibilidad de tener mayor control sobre la vida profesional.
3. Explora el mercado: toma riesgos, pero con responsabilidad. Investiga el escenario sobre el cual te quieres desenvolver y retroaliméntate con quienes tienen más experiencia que tú. Se consciente de que tanto el sacrificio como el aprendizaje, son parte del crecimiento profesional.
2. Que el fracaso no te paralice: si el primer intento de reinvención no tuvo éxito, es importante tomarlo como una fuente de aprendizaje, insiste en tu objetivo. La reinvención necesita de experiencias.
4. Potenciar habilidades: sin éstas, el título profesional pesa poco. Transforma tus conocimientos en servicios que te puedan ayudar a fortalecer tu proyecto o emprendimiento. Diferénciate de tus competidores.
5. No temas a lo desconocido: permítete explorar alternativas diferentes, ello te puede llevar a descubrir nuevos intereses y eventualmente otras áreas de emprendimiento.
Imagen CC vía danhodgett.