La tecnología ha eliminado la distancia, sabemos que basta con una conexión a Internet para interactuar, enviar archivos o compartir información. Por ello, el teletrabajo se ha convertido en una modalidad permitida por distintas empresas. Hay quienes prefieren un empleo 100% desde la casa, mientras otros eligen alternar el hogar con la oficina.
Trabajar diariamente en casa tiene beneficios. Otorga mayor flexibilidad, reduce o elimina los costos por traslado, potencia el equilibrio entre trabajo y familia, entrega oportunidades de empleo a personas con movilidad reducida, entre otros factores. Pero también presenta desventajas, como la pérdida del espacio de socialización y los costos extra que debe asumir el trabajador por conceptos de electricidad o alimentación.
Además, puede ocurrir que ante la falta de competencias que apunten a la autodisciplina o al trabajo colaborativo, los resultados de productividad no sean óptimos. Por ello es necesario generar una cultura del teletrabajo, sin dejar de lado la protección laboral y social, y el resguardo de los derechos laborales.
Seguramente cada persona que utiliza esta modalidad de independencia, tiene los pasos claros para favorecer la productividad. A continuación comparto algunas sugerencias que pueden ser de enorme ayuda.
1. Establecer un lugar de trabajo: es importante tener un espacio que sea exclusivo para tu jornada laboral, donde te puedas concentrar y tengas los elementos necesarios para trabajar adecuadamente.
2. Fijar límites: deja claro que estar las 24 horas en casa no significa tener disponibilidad absoluta para las tareas domésticas. Los integrantes de tu familia deben respetar tus momentos de trabajo.
3. Mantener el orden: realizar las funciones de manera ordenada y sistemática ayudará a adquirir la disciplina necesaria para tener un desempeño exitoso. Fija tus prioridades.
4. Establecer un horario: organiza tu día y ten claro el tiempo que destinarás a cada labor. Estar en tu casa tampoco significa que debas trabajar full time. Administra tu tiempo para tener una jornada productiva, pero mantén un equilibrio, cuida tu salud y respeta tus momentos de descanso.
5. Ser proactivo: tener iniciativa propia es fundamental para obtener el resultado que se espera. Toma decisiones, fija objetivos y trabaja para lograrlos.
6. Mantener comunicación con el empleador: si tienes dudas, propuestas u objeciones hazlo saber. La retroalimentación es fundamental para mantener una relación laboral fluida.
7. Trabajar en las mañanas: cada uno tiene sus horarios de productividad, pero las primeras horas del día son ideales para ser más creativos y tener mejor rendimiento. No desestimes esa opción.
8. Ser profesional: recuerda que por más libre que te sientas sin un jefe al lado, asumiste un compromiso contigo mismo y con quien te dio la oportunidad de trabajar. Cumple con los tiempos y la tarea encomendada.
Imagen CC vía marco ruiz