Los días jueves era mi único día de trabajo en que se respetaba mi turno de 8 horas. En teoría los fin de semana debería salir a las 2 AM del trabajo, eso JAMAS sucedió, mínimo me iba a las 4, sin mencionar las veces en que habían eventos y me iba a las 6 AM cerrando el bar. Eso si no me puedo quejar, las propinas eran muy buenas, era la única chica que trabajaba ahí y además me pagaban las horas extras. El trabajo era entrete pero agotador, ya me faltaba la pura boina para ser la nueva reina de la noche al estilo negro Piñera. Sí, la plata era buena, muy buena, pero mi vida personal iba en bajada. Soltera y dedicada a la universidad y a trabajar. Ya ni siquiera carreteaba con mis amigas, puesto que cuando todos lo pasaban bien yo trabajaba. A veces me motivaba y al salir “temprano” de la pega, tipo 3 AM me iba a carretes con mis amigos, pero cuando llegaba ya todos estaban arriba de la pelota y yo ahí recién despabilando de la pega.
Mis jefes eran un amor, podía fumarme un puchito de vez en cuando, lo bueno es mucha gente pasaba a saludarme y a tomar una chelita. Eso si nunca faltan los pasteles borrachos que dan jugo, lástima que se encontraron con una mina con carácter y ahí quedaban calladitos.
Lamentablemente la pega me pasó la cuenta, en la semana estudiaba, los fines de semana trabajaba de noche y dormía de día. Así que al ahorrar harto dinero tuve que tomar la decisión de renunciar. Ahora volví a estar corta de lucas, conseguí pololo y puedo carretear, pero si alguien conoce un trabajo que me dé mucho dinero y tiempo, ¡Avísenme!
Imagen CC Simson Petrol