"Respeta tus esfuerzos, respétate a ti mismo. El amor propio conduce a la auto disciplina. Cuando tienes ambos firmemente amarrados a tu cinturón, ese es el poder real." - Clint Eastwood.
Al parecer, esta fórmula ha funcionado bien para Clint Eastwood en su carrera y si quieres ser más respetados en tu trabajo, quizás pueda funcionar para ti también.
Tómate un momento para imaginar cómo sería el trabajo si tus compañeros de trabajo, jefes y clientes se trataran con más respeto. ¿Habría más dinero? ¿Te imaginas relaciones más satisfactorias con estas personas?
1. Define tus valores
La gente busca fuerza y competencia. Piense en lo que te hace mejor, más fuerte. Anota los aspectos que te gustarían mejorar o adquirir y algunas cosas de las que te gustaría alejarte. La simple enumeración de estos elementos puede proporcionar un enorme impulso hacia o lejos de cada valor.
2. Descubre tu pasión
Para llegar al lugar que sueñas, es una buena ayuda tener pasión por el viaje y el camino que debes recorrer para llegar a éste. Los empleados apasionados tienden a profundizar su participación en la oficina y así obtienen una gran cantidad de respeto y amistad de los demás.
3. Conoce tu propósito
Los sistemas corporativos son difíciles. Recorrerás un camino lleno de gritos, vueltas y decepciones. Si tu propósito es, por ejemplo, dar un servicio a clientes mejor que cualquier empresa, entonces mantén tus ojos fijos en eso. La resiliencia y la actitud positiva serán rápidamente detectadas por todos los que te rodean.
4. Imagine lo que el futuro va a ser así
Comienza a tomarte tu tiempo y prever lo que pasará cuando finalmente alcances el respeto que quieres y mereces, incluyendo mayores grados de amistad y éxito. Practicando se aprende el oficio. Para lograr esto de mejor forma, toma algunas respiraciones profundas, aleja los pensamientos negativos de tu menta, y empieza llevar lo mental a la realidad
5. Déjate de monólogos y comienza a mostrar interés
Cuando ves una foto grupal, en la que sales con tus amigos, siempre te mirarás a ti primero. Los seres humanos (dentro de la oficina, fuera de la oficina y donde sea) son muy auto involucrados. La gente te halaga y responde mejor a ti cuando dejas de centrarse en ti mismo y comienzas a tomar un interés genuino en ellos.
Tomar estas medidas no es fácil, pero piensa en ellas como un entrenamiento para una vida mejor.
Imagen CC vía flazingo_photos