Hoy en día, cada vez son más los que consumen hamburguesas de soja. Una alternativa a la carne y sándwich preferido de muchos vegetarianos. Por lo mismo, no es difícil encontrar uno que otro vendedor en la calle, en la U o en las estaciones de metro. Pero, ¿cómo es el típico vendedor de sojas?, conozcamos más sobre la flora y fauna Universitaria.
No es que todos sean iguales, pero siempre existen cualidades que se repiten. Por ejemplo, el más clásico es aquel que sólo ve ganancia en las hamburguesas, porque de vegetariano no tiene nada. “Una vez me dijeron que si era vegetariano, me compraban tres hamburguesas, obvio respondí que sí”, relata Carlos Molina, quien se desempeñó como vendedor de sojas en su Universidad y en distintos eventos. “Nunca he sido vegetariano, pero no es requisito para vender las mejores sojas jaja”.
Por otro lado, está el vendedor naturista, el que quizás también te hará entrega de un folleto de comer sano. Estos, casi siempre están ligados a la religión Krishna. Tanto por su apariencia, como por la propaganda que pueden realizar al momento de vender, es fácil distinguirlos. Ropa blanca, holgada y chalas. Acompañados de una personalidad, muy light.
En los carretes universitarios, los sojeros muchas veces sobran, pero nunca faltan compradores. Para Romina Valdés, vender los viernes en su universidad, es casi “sagrado”. “Duplico las lucas, carreteo y puedo compartir mi excelente receta que ha generado muchos seguidores, jaja”. Además, agrega, que vender al “gritao”, hace que la gente se acerque y las sojas se vendan más rápido. “Se me acercan compradores frecuentes, te tiran la talla y a veces caen los típicos tacaños de “dame tres por luca” y los jotes, pero se pasa bien”.
También, existe el sojero introvertido, aquél que sólo o lee y escucha música y al momento de comprarle, sólo realiza un gesto de aceptación y un “elígela no más” y ríe. Este personaje, lo más probable es que no grite su producto, pero no por eso no vende. Sólo espera que los compradores se acerquen, por el contrario del soyero sociable quien es conocido por casi toda la Universidad y más de alguna vez anda carreteando por distintos grupos.
Ser sojero, es un trabajo que, si bien es relajado, tiene sus sacrificios y recompensas. Vender en la Universidad, a veces no está permitido. Todo dependerá de la relación con los guardias y si eres precavido. Pero, como requisito esencial, debes cocinar bien o si no te irá mal. Una buena inversión, en donde puedes generar pesos extras y con tu propio horario. Además, puedes entrar a esa fauna universitaria, como el “loco de las sojas”.
Y tú ¿conoces a algún loco de las sojas? ¿eres uno más?
Foto CC vía Flickr