Muchos trabajadores han logrado la tan ansiada flexibilidad laboral, esa que les permite hoy estar trabajando desde la casa, haciendo las mismas tareas pero con las comodidades que tiene el templo donde uno duerme, vive y sueña.
Trabajar desde la casa puede que sea tu ideal de vida, por todos los beneficios que trae. Nos ahorramos en locomoción, no tenemos límite para almorzar y podemos andar como queremos.
Obviamente, como en cualquier situación, nos podemos topar con una serie de inconvenientes que nos molestarán como una mosca lo hace, pero a los cuales sabremos sobrevivir. Acá te entregamos una lista de los más comunes:
1.- Todos asumen que en realidad no trabajas
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Trabajar desde casa es visto por los demás como "trabajar". Claro, asumen que como estás en tu hogar, lo que menos haces es las cosas que solías cumplir en la oficina. En el momento en que cuentas cómo trabajas, la gente inmediatamente ponen algún tipo de cara tonta, hacen el gesto de comillas con sus manos y dicen "Sí, claaaro, trabajando".
Asuman que les ha pasado.
2.- La verdad, es que trabajas duramente, aunque no te lo reconozcan
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Si nos dieran un peso por cada distracción que tienes en tu hogar, probablemente podrías pagar el arriendo mensual de tu hogar. Trabajar desde la casa es más difícil de lo que muchos piensan, sin embargo, ahí estás, tomando el desafío porque así lo escogiste.
3.- Trabajar desde la casa significa comenzar a perder el contacto humano y eso nos podría volver locos.
[caption id="" align="alignnone" width="500"] Vía Giphy.com[/caption]
Probablemente terminemos hablando con nosotros mismos o cantando a voz alta como desenfrenados. Claro, por lo menos en la oficina teníamos cierto contacto con la humanidad.
4.- Tus hábitos de sueño cambiarán radicalmente
Ya no te preocupará tanto llegar tarde a la oficina porque...¡Verdad! duermes en ella. Así que aunque sean las 3 AM, seguirás pensando que es un buen momento para ver una película, incluso para ver la trilogía de El Señor de Los Anillos...la versión extendida.
5.- La higiene comienza a preocuparte cada vez menos
[caption id="" align="alignnone" width="500"] Vía Giphy.com[/caption]
¿Tomar una ducha? Para qué, si hoy no saldré de la casa. Es una ley de vida, como un domingo eterno, pero en el que debes trabajar...desde tu hogar.
6.- La ropa sucia puede ser reutilizada
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No importa qué tan manchado esté tu pantalón o la polera favorita, siempre podrás seguir usándola porque, bueno, eh, a nadie le importará, ya que estás solo en tu hogar.
7.- Tu dieta empieza a cambiar
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Ahora tienes una infinidad de comida a la cuál recurrir cuando tengas hambre, ya que estás a unos pasos de ella. En la oficina, sólo llevabas tu almuerzo y algún snack, ahora en tu hogar podrás tener un break de alimento cada vez que sea necesario, es decir, cada 10 minutos.
8.- Y eventualmente te quedarás sin comida
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Tu dependencia a la comida tendrá como consecuencia que en pocas semanas, o días, todo lo que habíamos comprado para el mes se acabó. Lo peor es que te pasará en los peores horarios, después de medianoche, cuando todo esté cerrado.
9.- Te faltarán pijamas[caption id="" align="alignnone" width="500"] Vía giphy.com[/caption]
Te levantas con ella, vives con ella y te acuestas con ella. En un momento te darás cuenta que el pijama ya no aguanta el trabajo extremo así que deberás comprar uno...o dos...o diez.