Hace unos días publicamos la primera parte de esta interesante colaboración que nos llegó, sobre los factores que muchas veces no son considerados a la hora de confeccionar rankings de universidades. Este tema no debe pasar desapercibido, sobre todo en estas fechas de matrículas y postulaciones, así que a continuación les dejamos la segunda parte:
6° Estadísticos: Es aberrante como los rankings suelen echar a todas las universidades del país en un mismo saco. Simplemente no se pueden comparar universidades técnicas con universidades más generalistas.
Una universidad dedicada a las ingenierías principalmente, estaría en desventaja si seguimos la metodología de los rankings, frente a una universidad que tenga carreras como Derecho y Medicina. Ambos ejemplos implican un mayor índice de alumnos con buen puntaje, por ejemplo, y eso no significa que la universidad que no dicte tales carreras sea de peor calidad.
También hay que considerar en este punto las investigaciones. ¿Basta con tener en cuenta la cantidad de publicaciones por universidad, o deberíamos considerar la cantidad de alumnos por publicaciones logradas o el grado de importancia de cada publicación? ¿De qué forma dichas publicaciones ayudan al país o la región en que fue hecha?
7° Factor vida universitaria: Si bien este factor sale nombrado en algunos rankings, no se deja claro a qué se refiere o cómo lo evalúan. Este término es demasiado subjetivo como para estandarizarlo en un ranking.
Se dice muchas veces que en la mayor parte de las universidades privadas se vive en una burbuja, muchas veces ni siquiera se les permite un centro de alumnos o una federación a los estudiantes, no tienen espacios con áreas verdes y más bien parecen un edificio de oficinas... Es difícil ponerle una nota a cuál ambiente es el mejor. Algunos buscarán una forma, otros la otra.
8° Exigencia/desempeño docente: Sabemos que uno de los puntos que se evalúan para hacer los rankings es el de calidad de docentes. Pero, ¿basta con tener docentes con hartos títulos?
La verdad es que tener una planta de docentes de alto nivel se ha vuelto una de las formas más fáciles de subir un par de puestos en un ranking, pero el desempeño de dichos docentes puede variar en las distintas casas de estudio, lo que puede ser dado a la ideología de la universidad y al alumnado que tenga.
Por ejemplo, quizás la forma de enseñanza de un docente varíe según se encuentre en una universidad de carácter laico y otra de carácter religioso, no va tener las mismas libertades. También su exigencia variará según el alumnado que tenga. Es difícil que un docente le exija a un grupo de estudiantes de bajo puntaje lo mismo que le exige a un grupo de estudiantes con puntajes sobre la media.
Esto porque el grupo de bajo puntaje no tendrá la base suficiente para avanzar al mismo ritmo e intensidad dado a vacíos en su enseñanza media, ya sea de contenido o de hábito de estudio. En caso contrario, provocaría una alta tasa de repetición y una baja tasa de egreso, lo cual es negativo para cualquier universidad, por tanto la exigencia será menor.
9° La mano de quien hace el ranking: Es muy fácil hacer que varíen los puestos de cada universidad en un ranking con tan sólo jugar con los porcentajes de importancia que le dan a cada ítem. Por ejemplo, el de AméricaEconomía estima un 25% de importancia al índice de “calidad de alumnos”, 25% “calidad de docentes”, 15% “investigación”, 10% “acreditación” y un 5% para “infraestructura, vinculación con el medio, internacionalización, índice de inclusión y vida universitaria", respectivamente.
La labor de una universidad es crear nuevos conocimientos al país, no sólo traspasar el conocimiento, por lo que el porcentaje de importancia no debería ser menos que 25%, pero sabemos que en muchos lugares, inexplicablemente, lo es.
Así, se puede manipular cualquier ranking.
Estos son sólo algunos de los factores que no se ven en los rankings, pero que influyen enormemente en cada casa de estudios y están en directa relación con la calidad de cada una. Si se llegarán a considerar, cambiarían de forma drástica las posiciones de cada universidad, así que al momento de elegir su universidad espero que los tengan en cuenta, porque tomar una decisión errónea es muy fácil si sólo consideran un ranking.
No pongan en manos de cualquiera su futuro.
Autor: Niandro
Foto CC Vía Wikipedia