Estamos en pleno proceso de postulaciones a la universidad y, la verdad, no es para nada fácil tomar una decisión tan importante con todos los pro y contras que tiene la educación superior en Chile.
Porque elegir el lugar donde vas a estudiar no es sólo pensar en la carrera y universidad que te gustan, sino que también hay que tener en cuenta el puntaje de la PSU, la ubicación de la U (casi todo está en Santiago, pero estudiantes hay en todo el país, ¿no?), si está acreditada, la calidad de sus clases y profesores, y el arancel, porque pucha que es caro estudiar en este país.
El punto es que cada día hay más universidades, lo que hace que tengamos una oferta académica muy variada pero, lamentablemente, eso no significa que sea de calidad. Triste pero cierto. Nuestra realidad es que la educación es sinónimo de lucro para muchas entidades, lo que hace que gasten mucha plata en publicidad para hacernos creer que elegirlas es la mejor opción. Pero debemos reconocer que aún quedan algunas instituciones que piensan primero en la calidad que en la cantidad de plata que entra por alumno.
De todos modos, tenemos que pensar que en nuestras familias ya está implantada la idea de pagar para estudiar (lo que no quiere decir que esté de acuerdo con eso, simplemente es lo que vivimos hoy), así que en realidad lo que se busca en esta instancia es ver cuánto y cómo se paga, no se discute mucho más. Ahora lo que importa es ver dónde estudiar, y comienza uno de los debates más fuertes ¿una buena privada es mejor que una mala estatal?
Acá la discusión nos puede llevar muchas horas, pero lo primero y lo principal es informarnos, informarnos mucho. Si ya sabemos qué queremos estudiar, es súper esencial ver todas las variables respecto del lugar donde vamos a estudiar y, particularmente, las características que tiene esa carrera que tanto nos gusta.
¿Qué datos te pueden servir para saber cómo se maneja la universidad que quieres escoger? Fíjate en sus requisitos de acceso, en sus profesores (hay muchos que trabajan en estatales y en privadas), programas de intercambio estudiantil, proyectos de investigación, convenios con otras universidades y cuánto gasta la universidad por alumno.
Este último punto es súper importante porque ¿de qué sirve pagar tanto arancel si no lo están invirtiendo en tu formación? Por otra parte, ojo con el tema de los rankings porque no siempre son reflejo de lo que realmente ocurre. Acá hay que tener en cuenta muchos factores antes de creer en la posición que tiene cada universidad en dicho sistema de medición.
Es por eso que te invitamos a informarte y preguntar. Acércate a las universidades que te interesen y habla con profesores y alumnos; también conversa con exalumnos para tener un panorama de la oferta laboral posterior a titularte, entender el ambiente en el que se desarrollan las clases y el potencial que puedes trabajar durante tus años de carrera.
No te quedes con la publicidad, nada más. Si no te alcanza el puntaje para entrar a una buena estatal, puedes encontrar una buena privada, con buenos profes y calidad académica. Es cosa de tomar una decisión bien informados y a conciencia.
Y tú ¿ya decidiste dónde estudiar?