El karma, para mucho, es real. La ley de causa y efecto, del dar y recibir, parece ser bastante real y a menudo nos topamos con situaciones que no hacen más que corroborar que esta lógica existe. Quién no ha dicho "es el karma". Puede ser en broma, pero siempre nos queda ese sabor de verdad en lo que dijimos.
Usted ha oído miles de proverbios relacionados al karma, y son ciertos. En un contexto de negocios, la idea del acto desinteresado es relevante para todos nosotros ¿Por qué? Porque en los trabajos generalmente sobresale la competencia por sobre otras cosas. Eso claro está. Sí, debemos tomar y ejecutar decisiones que a veces entran en conflicto con los sentimientos (en pos de la empresa), por ejemplo, despedir gente.
A pesar de todo, igual en las empresas hay espacio para las buenas acciones ¿qué se puede hacer para fortalecer tu karma profesional y asegurarte de dar lo que recibes? Acá hay 3 fáciles acciones:
1.- Saluda, pero con ganas
Una cosa es saludar y la otra es hacerlo como corresponde. No es lo mismo saludar a todos con un apretón serio y sin mirar a los ojos, que hacerlo con una sonrisa natural y con el contacto visual que entrega confianza. Saluda. Da las gracias. Pregunta cómo van las cosas.
Entrega un mensaje de "No me importa cuál es tu posición en la empresa: eres parte de ella igual que todos". Siempre inicia las conversaciones. Nunca se sabe si un simple saludo y una sonrisa abierta puede ser justo lo que alguien necesita para sentirse un poco más alegre y productivo/a. Haz algo bueno, como recordar todos los cumpleaños. Todo esto es gratis ¿Sabías?
2.- Mostrar gratitud
Una vez al año o al semestre, muestra mayor gratitud invitando a un almuerzo a los compañeros o una ronda de after office. Es una manera de demostrar agradecimiento por el trabajo y porque te alegra tu grupo de trabajo (si es que realmente te alegra). Aún más importante, es una forma pequeña pero significativa para demostrar respeto.
Obviamente no es obligación invitar a cenar a todo un equipo para agradecer, muchos no tienen esos recursos (aunque siempre es bueno si puedes pagarlo). Incluso una nota escrita a mano puede cumplir lo mismo. Trata de dar reconocimiento verbal a la gente, si es que tú esperas lo mismo. Si no, hazlo igual.
3.- Comparte experiencias.
No tienes que ser un empresario multimillonario para tener algo de valor que ofrecer a otra persona. Tal vez usted está dispuesto a ser un mentor para algunos y ayudar a la gente en cosas sin esperar nada a cambio ¿Tienes conocimientos en entrevistas de trabajo, algún tipo de software u algo que pueda interesarle a otros? Pues ofrece tu ayuda sin pensarlo.
Escuchar y dar retroalimentación constructiva a un empresario es bueno para el alma, para tu karma. Cómo dicen, lo que recibes te será dado. Por último, si no tienes nada que ofrecer, quizás conoces a alguien que sí ¿por qué no armas contacto entre personas de tu grupo?
Dicen que las buenas personas son tratadas mal. Puras mentiras. Cuando cambies tu vida a una más positiva y cooperativa, verás cómo eres retribuido.
Y ustedes ¿Practican el karma laboral?