Cuando los empleados tienen fe en la empresa y confían en su líder, existe un mayor compromiso con las labores diarias. Si alguna vez se encuentran con trabajadores que no rinden a su 100% y es una tendencia en la oficina, lo más probable es que no existe confianza ni respeto hacia el líder. Potenciar estos lazos es la mejor forma de mejorar el rendimiento de los empleados.
1.- La confianza no se gana mandando: Los empleados notan inmediatamente cuando la idea de "trabajo en equipo" significa "hacer lo que el jefe diga". La confianza se gana cuando un líder propone ideas, pero el equipo entero decide qué es lo mejor para la empresa. Un jefe debe preguntar, no dar órdenes.
2.- Sinceridad ante todo: Incluso en los momentos de crisis, un trabajador quiere saber qué está ocurriendo con la empresa, porque se quiere sentir parte de ella. No se exige un 100% de transparencia, sin embargo, los empleados siempre se enteran cuando algo huele mal en un empleo. Sinceridad es lo mínimo que merece un empleado ¿o no?
3.- Consistencia y firmeza: Un jefe dubitativo no genera confianza en ningún trabajador, claro está. "Que sí, que no, que nunca te decides", si el líder máximo de la empresa no sabe hacia donde remar ¿qué hacemos nosotros? Un jefe tiene que ser firme con sus convicciones si cree que es lo mejor para la empresa, siempre teniendo los argumentos para defender lo que dice, obviamente.
4.- Tomar las culpas y dar los créditos cuando corresponde: Muchos jefes hacen todo lo contrario: cuando las cosas andan mal no es su culpa, pero cuando andan bien el mérito es suyo. Esto es total y absolutamente equivocado ¿Cómo ganarás la confianza de un empleado, atribuyéndote el éxito a ti mismo? Si un jefe se cree tan bueno, debería trabajar solo entonces.
5.- Nunca hablar mal de un empleado, ni aunque lo merezca: Si un día hablas mal de un trabajador ¿Qué pensará el resto? "¿Y si también habla mal de mí?" será la probable pregunta que surja en la mente de cada uno de los trabajadores
6.- El que predica, practica: Los empleados confían en un líder que pide trabajos que conoce como funcionan y que él también podría realizar. Si eres jefe, no vuelvas a pedir a un empleado que haga algo que tú no estás dispuesto a hacer. Sería como dejar las obligaciones "molestas" a los empleados. Eso no se hace, queridos jefes.
7.- Escuchar más, hablar menos: No es tanto como "calladito te ves mejor", pero un jefe que sólo se dedica a bla bla bla, es bien molesto. Además, es normal un empleado pueda saber más de la empresa y su funcionamiento que el mismo jefe. Por lo tanto, si un líder quiere realmente tener la confianza de su equipo, debe mantener los oídos más abiertos y la boca más cerrada.
Y ustedes ¿cómo creen que un jefe se gana la confianza?