El otro día leyendo en Universitarios encontré una columna sobre las donaciones a las Universidades, aquí les dejo un texto que complementa de mejor manera la información al respecto de las donaciones.
Las Donaciones a las Universidades en el año 2011 acogidas a los beneficios tributarios de la ley 18.681, superaron los 25 mil millones de pesos ($25.019.414.501) cifra considerablemente superior a los más de 15 mil ochocientos millones de 2010 ($15.852.201.852). Pese a lo gigantesca que puede parecer la cifra, ésta solo se recaudó con el aporte de 1.558 donantes, con una donación promedio de $ 16.058.674, como referencia consideremos, que la meta para la gran cruzada nacional de la Teletón que se realizó ese mismo año fue de 19 mil millones y para superarla fue necesaria la participación de millones de chilenos y de cientos de empresas privadas. En promedio desde el año 2000 al 2011 las donaciones acogidas bajo esta ley, acumulan un promedio anual de más de 18 mil millones de pesos ($18.492.593.24). A lo largo de este período las donaciones han demostrado un comportamiento errático, con un máximo de $25.700.3654.872 en el año 2002 y un mínimo de $ 10.801.192.063 en el año 2004 con un total acumulado en estos 12 años de $ 216.294.186.087…. Uff! cuesta hasta pronunciar la cifra, alguna vez les ha pasado que cuando escuchan cifras tan enormes de dinero cuesta imaginar ¿Qué se puede hacer con ella? o ¿Cuánto espacio ocupa?, bueno consideremos que este total acumulado en doce años lo cambiamos y lo tenemos todo en billetes de mil pesos, tendríamos entonces 216.294.186 billetes de Ignacio Carrera Pinto, cada “luca” tiene una longitud 12 centímetros, es decir, 2.595.530.233 cms en total, lo que equivale a 25.955 Kilómetros, teniendo en cuenta que Chile tiene un largo total de 4.300 Kms, Entonces! Si colocamos todos los billetes uno detrás del otro e hiciéramos una gran columna nos alcanzaría para recorrer 6 veces el territorio nacional, ¡Si! 6 veces leyó bien, pero cuidado, consideremos que nos tardamos 3 segundos en poner un billete detrás de otro, tardaríamos 648.882.558 segundos en completar nuestra misión, lo que equivale a 21 años, uf! Nada más y nada menos que 21 años y eso que no consideramos tiempos de pausa, para dormir, descansar y comer. Hasta ahora solo sabemos cifras globales, analicemos pues, como se comportaron las donaciones, en el año 2011. Durante este año un total de 50 instituciones recibieron donaciones acogidas a esta ley, de las cuales 13 fueron universidades estatales, 9 universidades privadas tradicionales, 25 universidades privadas y solo 3 institutos profesionales. Las universidades estatales recaudaron más de 5 mil cuatro cientos millones ($5.490.432.232) equivalente al 21,94% de las donaciones, las universidades privadas tradicionales en cambio percibieron más de 7 mil seis cientos millones ($7.699.692.917) con un 30,77% de participación, con lo cual las universidades pertenecientes al consejo de rectores recibieron más de 13 mil millones de ($13.190.125.149) lo que representa el 52,72% de las donaciones, por otra parte las universidades privadas recaudaron más de 11 mil ochocientos millones ($11.800.915.487) equivalente al 47,17% de las donaciones efectuadas en el año 2011, finalmente los institutos profesionales recibieron por concepto de donaciones un poco más de 28 millones ($28.373.865) con una participación del 0,11%. La principal característica del sistema de donaciones es el brutal grado de concentración de las donaciones, dos universidades concentran más del 50% de las donaciones del año 2011. La Universidad de los Andes recaudó más de 8 mil ochocientos millones ($8.856.035.135) equivalente al 35,40% de las donaciones, es decir, prácticamente por cada 3 pesos que se donaron en el año 2011 1 peso fue a parar a las arcas de la U de los Andes, la sigue la Universidad Católica de Chile con más 5 mil quinientos millones ($5.585.787.814) 22,33% de participación, Tercera se encuentra la Universidad de Chile con más de 4 mil ochocientos millones ($4.813.949.753) un 19,24% de las donaciones. Completan el listado de las top ten la Universidad Católica del Norte, Universidad del Desarrollo, Universidad Alberto Hurtado, Universidad Adolfo Ibáñez, Universidad Católica del Maule, Universidad Federico Santa María y la Universidad San Sebastián, entre estas 10 universidades acaparan el 92,52% ($23.144.832.705) de las donaciones, dentro de este grupo se encuentran 4 Universidades privadas tradicionales, 5 privadas y solo una estatal.
Las Cuarenta Restantes instituciones que recibieron donaciones durante el año 2011 recaudaron en total $ 1.874.581.796 lo que representa un 7,49% de todas las donaciones del año, es decir, estas 40 instituciones se reparten las migajas de la torta, solo 7 de estas 40 recibieron más de 100 millones por concepto de donaciones, mientras que 12 instituciones recaudaron menos de 10 millones. La Universidad de los Andes es por lejos la Universidad más beneficiada con las donaciones y contrario a lo que se pudiese pensar, no es la universidad con más donantes, por lo cual se convierte en la universidad con los donantes más generosos del sistema, con una donación promedio de $113.538.912 por donante. Ésta solo universidad recauda más que todas las 13 universidades estatales o las 9 Privadas Tradicionales que recibieron donaciones, incluso si sumamos la recaudación de 33 de las 50 instituciones ésta no alcanza a superar lo recaudado por la Universidad de los Andes, que incluso recauda más de 8 mil veces que lo que recauda la última universidad de la lista.
Pero la gran concentración de las donaciones, no es un fenómeno nuevo, ha sido la tónica del sistema de donaciones, que durante los últimos años se ha ido acrecentando. Durante el período 2000 – 2011 las universidades estatales en promedio han recaudado el 20,87% de las donaciones, las universidades privadas tradicionales un 30,95%, con lo cual las universidades del consejo de rectores han recaudado en promedio durante este período un 51,82% de las donaciones, mientras que las universidades privadas presentan un 44,88% de participación en las donaciones durante estos doce años, finalmente los institutos profesionales concentran el 3,3% de las donaciones. Hasta acá sabemos cuánto se dona y cómo se reparte, en cifras globales, pero incluyamos una variable más al análisis, analicemos las donaciones de manera per cápita, es decir, considerando el número de alumnos de pregrado matriculado en cada institución. Las 13 universidades estatales que recibieron donaciones en el año 2011 contaban con una matrícula total de pregrado de 152.222 alumnos, lo que se traduce en un ingreso per cápita por concepto de donaciones de $35.998, mientras que las universidades privadas tradicionales que recibieron donaciones tenían una matrícula total de 135.432alumnos, es decir, un ingreso per cápita por donaciones de $56.853. Con esto, las universidades pertenecientes al consejo de rectores que recibieron donaciones amparadas en los beneficios tributarios de la ley 18.681 tenían una matrícula total de 287.954 alumnos, con un ingreso per cápita de $45.806 por alumno.
La universidad que recibió mayores aportes per cápita fue… ¿Adivinan? ¡Correcto!, la Universidad de los Andes con un ingreso per cápita de $1. 238.606. La sigue muy por debajo la Universidad Católica de Chile con $213.092, en tercer lugar se encuentra la universidad de Chile con $146.214, luego aparece la Universidad Alberto Hurtado con $108.458 y en quinto lugar se halla la Universidad Miguel de Cervantes con $104.278. A partir de aquí las donaciones per cápita bajan la barrera de los $100.000, esto conlleva a que sólo estas 5 universidades de un total de 50 recaudaron ingresos per cápita por concepto de donaciones superior a cien mil pesos. Completan el listado de las top ten la en donaciones per cápita la universidad Católica del norte con $87.315, la universidad Católica del Maule con $62.599, la universidad del Desarrollo con $61.191, la universidad Gabriela Mistral con $48.836 y la Universidad Adolfo Ibáñez con $46.967. Luego de este beneficiado grupo se encuentra un conjunto de 8 universidades que recaudaron más de $10.000 per cápita, luego de ellas viene un gran número de 22 universidades que recaudó entre $9.999 y $1.000 y finalmente 9 instituciones recaudaron menos de mil pesos por alumnos, sí, leyó bien, menos de una “luca” consideremos que mil pesos alcanzan para comprar, solo un par de “Super 8” (el mejor amigo de los universitarios en esos momentos de hambre cuando llega el “bajón”). Así que el sistema de donaciones acogidas a los beneficios tributarios de la ya citada ley replica de manera muy similar las consecuencias del sistema de libre mercado y del capitalismo….” Super 8 para algunos y Langosta y Champagne para otros”. Consideremos ahora que una de las principales razones para donar es la redistribución de la riqueza en una dirección vertical con sentido descendente, desde los que tienen más a los que tienen menos u por lo tanto son los más necesitados, es muy raro que uno le de plata a alguien que tiene más dinero que uno. Veamos pues si esto se cumple en el caso de las donaciones a las universidades. Las 10 universidades con mayor proporción de alumnos provenientes de colegios particulares son: en primer lugar se encuentra la universidad de Los Andes en donde el 89.1% de sus estudiantes proviene de este tipo de establecimientos, le sigue la universidad Adolfo Ibáñez con el 81,4% de sus alumnos proveniente de colegios particulares, tercera se encuentra la universidad Del Desarrollo con un 73,2%, la sigue la Universidad Católica de Chile con un 66,3%, quinta se encuentra la Universidad Finis Terrae con un 62%. Completan el Listado de las top ten de Universidades con mayor proporción de alumnos matriculados provenientes de colegios particulares la universidad Diego Portales con 46,6%, la Universidad del Pacífico con 41%, la Universidad de Chile con 36,2%, la UNIACC con 35,9% y finalmente cierra esta lista la Universidad Andrés Bello con un 27,6% de sus estudiantes provenientes de colegio particulares. La mitad de esta lista de 10 universidades figura también entre las universidades top ten que más ingresos recaudaron por concepto de donaciones acogidas a los beneficios tributarios de la ley 18.681 en el año 2011. Producto de lo segregado del sistema educacional chileno (recordemos que nuestro país es el segundo sistema escolar más segregado del mundo superado solo por la pequeña ciudad estado de Macao), podemos extrapolar que en los establecimientos educacionales particulares estudian los hijos de las familias más adineradas, es decir, aquellos menos necesitados económicamente. En base a esto podemos concluir que el objetivo de una redistribución de la riqueza, a través de la ley de donaciones, no se cumple, ya que es cierto, existe una circulación de la riqueza, pero ésta es en sentido horizontal desde los que más tienen a los que más tienen, efecto redistributivo NULO! o insignificante. Otra de las razones que influyen en las donaciones es la creación de bienes públicos, la existencia de externalidades positivas o la excelencia, estos parámetros o factores son difíciles de cuantificar, pensé en incluir un ranking de acreditación para verificar si las universidades que más donaciones reciben son las que contaban con más años de acreditación. Pero como todos sabemos el sistema de acreditación se encuentra demasiado desacreditado y no sería de gran utilidad incorporarlo en este análisis. Así que para aproximarnos a dimensionar estos parámetros, un análisis válido podría ser la elaboración de un ranking de producción científica o el número de proyectos Fondecyt aprobados, o algún otro ranking de prestigio que mida diversos factores de excelencia; casi sin excepción el top ten de estos rankings o mediciones está compuesto por las siguientes Instituciones: Universidad de Chile, Universidad Católica de Chile, Universidad de Concepción, Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad de Santiago, Universidad Austral, Universidad Católica del Norte, Universidad de Talca y la Universidad de la Frontera. El análisis de estos datos arroja conclusiones mixtas, un número importante de las universidades con mayores donaciones aparece en estos listados, sin embargo hay otras instituciones que reciben elevados niveles de donaciones y que no figuran entre las universidades de “elite” como es el caso de la Universidad de los Andes y la Universidad de Desarrollo, solo por nombrar algunas. Ya hemos analizo cuánto se dona, como se reparte, hemos realizado un análisis per cápita y hemos estudiado los objetivos que persiguen las donaciones. Pero no sabemos cuál es la importancia de las donaciones en la estructura de ingresos de las Universidades. Profundicemos un poco en este punto, según la ficha estadística codificada uniforme (FECU) elaborada por el SIES las universidades en el año 2011 generaron en conjunto ingresos operacionales por la suma de $2.404.481.683.000 ….. Auch! ¿Alguien puede pronunciarlo? Son más de dos billones de pesos. Retomemos por un instante el primer ejemplo de este artículo, si cambiamos estos dos billones de pesos por billetes de mil pesos tendríamos entonces 2.404.481.683 “Luquitas” como cada billete de Ignacio Carrera Pinto tiene una longitud de 12 centímetros, tendríamos 28.853.780.196 cms, equivalente a 288.538 Kilómetros, sabemos que el diámetro de la circunferencia de la tierra es de 40.075 kilómetros. Entonces si colocamos cada “luquita” una detrás de otra e hiciéramos una gran columna nos alcanzaría para dar 7 veces la vuelta al mundo; bajo las mismas condiciones que en el primer ejemplo tardaríamos 229 años en completar la misión. Consideremos que la esperanza de vida en nuestro chilito es de 79 años, necesitaríamos entonces 3 vidas completas para realizarlo. ¡Uf! Ojalá exista la reencarnación. Ya hemos realizado una primera aproximación con el ejemplo anterior sobre la importancia relativa que tienen las donaciones, acogidas a los beneficios tributarios de la ley de donaciones a las universidades, parece que recorrer 6 veces Chile versus dar 7 veces la vuelta al mundo no tiene comparación. Lo cierto es que los más de 25 mil millones donados a las Universidades en el año 2011 representan solo el 1.04% del total de ingresos operacionales generados por las Universidades ese mismo año. Como se diría en mi carrera “Las Donaciones Carecen de Importancia Relativa dentro de las estructuras de ingresos de las Universidades… Por lo tanto se consideran Inmaterial y ni siquiera son materia de análisis”. Ya hemos puesto de manifiesto la escasa relevancia de las donaciones dentro del total de ingresos de las universidades pero, ¡CUIDADO!, lo cierto es que hasta aquí sólo hemos analizado cifra con cifra, no le hemos dado un significado a esas cifras, recordemos que estas insignificantes donaciones han acumulado desde el año 2000 al 2011 más de doscientos mil millones ($216.294.186.087). Si tenemos en consideración que en Chile el costo de construir viviendas sociales es de aproximadamente veinte millones, el total de donaciones acumulado en estos 12 años equivale a 10.815 viviendas sociales, es decir, casi once mil familias contarían hoy con una solución habitacional definitiva, beneficiando a cincuenta y cuatro mil chilenos. Bueno hasta aquí usted podría pensar ¿Y qué tanto que las donaciones no sigan un fin redistributivo, o no cumplan claramente parámetros de excelencia?, la plata es de cada uno y cada cual sabe qué hace con ella y a quién le dona. Como diría el profesor Salomón Jarso, Jarso, Jarso! No olvidemos que todo este análisis se ha desarrollado sobre las donaciones acogidas a los beneficios tributarios de la ley 18.681 artículo 69. El incentivo tributario establecido por esta ley opera como una franquicia que autoriza a los contribuyentes que declaran sobre renta efectiva, mediante contabilidad completa o simplificada y que tributen conforme a las normas de la primera categoría o del global complementario del impuesto a la renta para (i) descontar en forma de crédito hasta el 50% de las sumas donadas a universidades e institutos profesionales, ya sean estatales o particulares reconocidos por el Estado, con un tope de 14.000 UTM anuales y (ii) descontar de la base imponible como gasto necesario para producir la renta la fracción restante de las sumas donadas, con un tope del 2% de la renta líquida imponible o del 1,6 por mil del capital propio de la empresa al término del correspondiente ejercicio. ¿Entendió el beneficio tributario? Apuesto a que no y no se avergüence, no es su obligación entenderlo, al menos que estudie una carrera relacionado con los negocios. Procedamos a explicar en qué consiste este beneficio. En el caso más simple (esto es, sin considerar el efecto de los topes), un ejemplo de la forma en que operan estos sistemas sería el siguiente: Una empresa que tiene una renta de $10.000 (base imponible) y está gravada con un impuesto de primera categoría del 20% (tasa), paga un impuesto efectivo de $2000. Si la misma empresa hace una donación por $100, (i) la base imponible se reduce en $50 (gasto), llegando a $9.950, de lo que resulta que el impuesto a pagar se reduce a $1.990 y (ii) el pago efectivo de ese impuesto es reducido en $50 (crédito), por lo que (iii) el impuesto efectivamente pagado llega finalmente a $1.940 ($60 menos que en el caso inicial). En consecuencia, en el ejemplo planteado, si la empresa dona $100 a una universidad, eso se traduce en que pagará $60 menos de impuestos. En consecuencia por medio de los incentivos tributarios para las donaciones se produce una renuncia fiscal, es decir, y siguiendo con el ejemplo, si usted dona 100, lo que realmente está donando son 40 ya que 60 de esos 100 se los ahorra en un menor pago de impuestos, y por consiguiente el fisco cada vez que usted dona 100 deja de recibir 60, en síntesis se transforma en una pseuda donación o un sentido de altruismo a medias.
Escrito por: Máximo Oliva
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