El desafío de los más “tímidos” es poder cruzar alguna palabra con esa “Barbie” que los enceguece con el halo que irradia e ilumina los pasillos del campus. No obstante, ¡no es imposible! Siempre se puede. Querer es poder dicen y aquí te presentamos algunos métodos freaks para acercarte a una mina en la U. A-TEN- CIÓN (al estilo del Javier Miranda)
-
Hacerse el perdido: Al más puro estilo del Teniente Bello preguntar ¿Conoces la sala “X”? Tengo clases y no sé donde queda. No importa que lleves “chorrocientos mil años” en la U, tú hazte el perdido no más. Su sensibilidad le impedirá no responderte.
-
Hacerse el gourmet: Este método lo puedes usar en el casino del campus. Esperas el momento de ver la comida y opinas en voz alta “Siempre lo mismo. Quizás, si le agregaran unas especias y un poco más de amor, todo sabría mejor”. Qué más da si no conoces más especias que el pasto de tu casa. En la guerra y en el amor, TODO VALE.
-
Hacerse el investigador: En un afán por saber más – aunque sea mentira – puedes preguntarle algún tema relacionado con su carrera bajo la excusa de que estás haciendo un trabajo de investigación y no sabes mucho del tema. A las mujeres les encanta que les pregunten de cosas donde ellas puedan explayarse.
-
Hacerse el intelectual: Funciona mayormente en la biblioteca o en la fotocopiadora, cuando ella esté buscando algún texto o fotocopiándolo. Para esto – tal vez – requieras de un poco de conocimiento previo. Radica en “recomendarle” un libro con el pretexto de que es mejor y que aborda mejor los contenidos. Ahora bien, si solo lees Condoritos o compras La Cuarta solo por la “Bomba Cuatro”, puede que no te funcione muy bien. Pero el que no se arriesga, no cruza el río.
-
Hacerse el necesitado: Cuidado con malinterpretar los títulos. Esta técnica es INFALIBLE. Se produce cuando ves que ella está fumando o acompañando a sus amigas y tú te acercas, la miras con ojos de amor y le dices “¿Tienes fuego?” Es inevitable producir un intercambio de miradas, palabras o gestos.
Lo importante de todo esto, es arriesgarse. El amor o ¿la soledad? da para mucho ingenio cuando de conocer a una mina se trata. VOH DALE.
Y tú ¿Qué método usarías?