Un hombre o una mujer común. Pasó por lo que pasa cualquier persona que estudia en la Universidad. Se desveló, tuvo derrotas, tuvo triunfos, penas y alegrías. Pero más allá, tomó la decisión de tomar un desafío arduo, alto como las cimas de los Andes y ancho como el cariño de un padre o una madre. Entregar su vida a la formación de niños y niñas independiente de su color, sexo, religión, situación familiar, su categorización económica o cultural. Se le compara con un jardinero, que pone la semilla en tierra fértil a la espera de que algún día, crezca en esa tierra una planta hermosa. El deseo profundo que esconde es que algún día, esa planta se incline con gratitud y todos los cuidados y esmeros sean compensados con un “gracias”, con una mirada de ternura o con un simple recuerdo de gratitud. Este profesional, es el Profesor.
Muchos podrán decir que ser profesor es fácil, que los requisitos para ingresar a la carrera – en Chile – son bajísimos y que la prueba inicia y la evaluación docente rumorean acerca de su poca preparación. Y quizás sea así, tal vez cualquiera pueda ser profesor, pero pocos llegarán a ser “buenos profesores” o “maestros”.
Hoy, Profesionales.cl quiere hacer un homenaje a aquellos profesores que se han entregado en cuerpo y alma a la formación de los niños y jóvenes de Chile en zonas extremas.
Las condicionantes que hacen especial la labor de un pedagogo en zonas extremas son su difícil acceso y trabajo en esos lugares por la falta de recursos, materiales y humanos, que faciliten el aprendizaje de los educando. Muchas veces el profesor de zonas extremas cumple la labor de dirigir establecimientos “Unidocentes”, es decir, son profesores jefe, inspectores, directores, jefes de U.T.P., auxiliares, etc; En suma, son todo lo que necesita una escuela para poder brindar el apoyo que es menester para el correcto desarrollo de los niños. Sumado a la carencia de recursos, irse lejos para educar, conlleva dejar a la familia también y verlos de vez en cuando, ya que para los pedagogos no solo existe el tiempo de aula. Las planificaciones, la confección de material didáctico, entre otros, se realizan en casa, fuera del horario de trabajo y muchas veces, este trabajo no es remunerado. Al ser “Unidocente” el profesor debe volverse casi inmune a las enfermedades, ya que si falla él, se paraliza el funcionamiento del establecimiento.
¡Chile! Los Superhéroes existen fuera de los cómics, historietas y películas. No usan capas, ni trajes ni mucho menos tienen poderes especiales. Ya nos gustaría, de seguro los usaríamos para hacer mejor material didáctico o para enseñarles de formas más impresionantes. Están y los hemos bautizado como: ¡Tío o tía! ¡Profe! ¡Mister o Miss!
Cariño y gratitud para aquellos hombres y mujeres que aquí en Chile, han optado por seguir un camino de vocación dura, educando allá, donde no llega otro profesional.