Las fiestas mechonas pasan pero los ramos quedan, esa es la ley de la universidad que siempre nos recuerda que no todo es carrete. El fin de marzo es siempre el protagonista de las primeras pruebas, aunque éstas suelen ser más fáciles en comparación a las últimas del año, no todo es siempre pan comido. Para un cerebro que estuvo de vacaciones unos cuantos meses es posible que volver al training de los exámenes se haga un poco difícil. Sin embargo, no hay que desesperarse, ya que, con un poco de astucia y algo de sacrificio un horrible rojo se puede transformar en un salvable morado y hasta en lindo azul. La mejor forma para te vaya bien es simplemente estudiando, y para que esto no se convierta en una tortura debes hacerlo de un modo adecuado y con un buen resumen. Por eso, te enseñamos las mejores técnicas para salvar ese examen.
La primera manera de hacer un resumen de excelente calidad es partiendo por realizar buenos apuntes en clases, intenta entender la materia y no solo escribir porque hay que hacerlo. En el caso de que no tengas mucha información en tu cuaderno o simplemente prefieres escuchar para entender más, pídeselo a algún compañero. Trata de que tenga buena caligrafía o por lo menos que sea legible.
Cuando ya tienes toda la información necesaria, como cuadernos, fotocopias y libros comienza estudiando a tu propio ritmo. No es necesario hacerlo en un día, solo tómate tu tiempo para entenderlo todo, lo importante es comprender cada frase. Cuando estés en este proceso, usa lápiz o destacador y subraya lo que te parezca más importante. Recuerda esto último ya que el cerebro presta inmediata atención a aquello que resalta. Si tienes tus propias ideas o conclusiones escríbelas a un costado del texto.
Si ya hiciste todo el paso previo solo queda resumir. Tienes que hacerlo a conciencia y entender la materia más que solo haberla leído. Empieza página por página y guíate por lo que destacaste o escribiste. Intenta explicar todas las ideas o temáticas que se toquen con tus propias palabras ya que ciertos conceptos te pueden servir más adelante. Por cada párrafo revisa lo que has hecho, date una vuelta o sale de tu pieza y después, reléelo, si todo marcha bien sigue anotando.
Es importante, especialmente en el caso de que el texto utilice muchos conceptos, hacer un mini glosario que resuma qué significa cada palabra. Si ésta resulta un poco compleja apoya la idea con un ejemplo creado por ti. Así, si se te olvida algo que puede ser determinante para tu próxima evaluación e incluso para las pruebas posteriores ya tendrás tu propio diccionario especializado.
Otra cosa que también puedes agregar para tener un estudio completo, es la realización de mapas conceptuales. Uniendo ideas y resumiendo solo en una palabra un significado entero podrás tener un espectro mucho más amplio de la materia. “Prefiero hacer mapas porque así tengo clara toda la información, sé cuáles son los motivos y las consecuencias de un hecho. Primero escribo las palabras en post-it y de ahí voy poniéndolas en orden y agregándoles conectores. En verdad me ayuda mucho con las clases más difíciles”, comenta Fernanda Villalobos de la Universidad Diego Portales.
Según Andrés Rencoret, alumno de la Psicología en la Universidad Central, uno de los mejores métodos para resumir es hacer un punteo de toda la materia: “Me preocupo de poner las frases más importantes y esclarecedoras, como mi carrera requiere mucho análisis prefiero hacerlo de esta manera para entender lo que pensé en una parte específica del texto”.
Para los que no son fanáticos de escribirlo todo también existe la posibilidad de grabar tus propias frases o la clase misma. De esta manera recordarás mucho más y sentado o acostado en tu cama.
En el caso de que quieras compartir opiniones, intercambia tu resumen con el de algún otro compañero que haya hecho el suyo. Revisándolo te podrás dar cuenta si lo que escribiste está bien o si te faltan cosas por poner. Después, le puedes pedir su opinión para que te diga cómo encontró tus apuntes.
Finalmente, léelo una y otra vez. Intenta no aprenderte las cosas por orden para que no termines solo memorizando, destaca las palabras más importantes del resumen, y pídele a alguien que te pregunte ciertos conceptos. Es una buena señal cuando puedes responder sin dudar y además hacerlo con tus propias palabras.
Ya sabes, solo se necesitan las ganas y dedicar algo de tiempo para que esa temible prueba no sea más que un trámite. Ponte las pilas, estudia y verás como pasas este semestre de la mejor manera posible.
Y tú, ¿sabes hacer buenos resúmenes?