Hasta hace algunos años, la mamá se quedaba todo el día en la casa con los niños mientras que el padre era el proveedor. Sin embargo, esta realidad ha cambiado y cada día son más los hijos que no tienen con quién quedarse porque sus papás trabajan. Las nanas son una solución.
Estela fue mamá de Matilda. La llegada de todo bebé es una gran alegría para una familia joven, pero implica una nueva ronda de responsabilidades. Por eso, cuando se le acabaron los seis meses de postnatal, acudió a una amiga de su mamá para que fuera la nana de su guagua y de su hijo de 12 años que, hasta ese día, se quedaba con su abuelita después de salir del colegio. “Es complicado tener que dejar a tus hijos con otra persona, porque te pierdes parte de su vida. De sus avances, cuando aprende nuevas palabras, a caminar, a empezar a hacer cosas solita. Pero es eso o dejar de trabajar, y ahora, no podría”.
Y es que no todos tienen la suerte de poder vivir con un solo sueldo en una familia con hijos, por eso la nana se convierte en un pilar fundamental. Pero hay de todo. Si bien hay algunas que no establecen ningún vínculo emocional con los niños y lo ven solo como un trabajo, otras influyen fuertemente en la crianza de los hijos. Como con Matilda. “La Caro, mi nana, está super comprometida con la Mati. Le ha enseñado hartas cosas y se tienen mucho cariño, es cosa de ver con la alegría que mi bebé la recibe todos los días y a veces llora cuando se va. La queremos mucho”.
Lo mismo le pasó a Franco y Camila, dos adolescentes que llevan más de 10 años con su nana Cata. “Como mis papás trabajaban la Cata nos hacía la comida y se quedaba con nosotros. Se preocupaba de que hiciéramos las tareas y nos portaramos bien”.
Por todas estas nuevas necesidades, el trabajo de las nanas es cada vez más valorado. Y esto se ha visto reflejado en los sueldos. Según cifras del 2012 del Ministerio de Desarrollo Social, los salarios se han duplicado en los últimos 20 años, $170.488 al año 2009, registrando un alza en el sueldo con respecto a 1990, cuando recibían $84.470 (calculado en pesos de 2009). De las 283.205 que se habían contabilizado hasta el 2009, sólo 28.551 trabajan “puertas adentro”, o sea, viven y duermen en la casa donde trabajan.
Finalmente, es la nana quien ayuda a los padres a hacer su labor, de papá y mamá. Por eso, es labor de ellos trabajar para cubrir esa ausencia y evitar la situación de algunos niños, que solo ven a sus padres cuando se levantan y se acuestan. Por eso, disfrutar al máximo los momentos con los hijos es esencial y hacerlos entender que el hecho de que trabajen es un bien para la familia.
Según el estudio “Informe Global sobre el Espíritu de la Niñez”, realizado en distintos países, más de la mitad de los padres que viven en zonas urbanas de países como México (54%), Perú (58%) e India (77%) dicen que cambiarían parte de su sueldo a cambio de mayor tiempo con sus hijos. Y 4 de cada 5 padres encuestados en 20 países dicen que divertirse en con los niños es “más importante que cualquier otra cosa”. A pesar de este deseo, el 59% de los adultos no pasa momentos de “diversión despreocupada” en familia en forma diaria. Además, 4 de cada 10 sostienen que es más fácil agendar una reunión de trabajo que programar tiempo con sus hijos.
Es labor de los padres encontrar esos espacios con sus hijos, y que el cansancio del trabajo no sea una excusa para pasar el tiempo con los niños. Y tú, ¿con quién dejas a tus hijos cuando vas a trabajar?