A esta altura, todos estamos en las últimas peripecias universitarias: exámenes, dolores de estómago por ver si logramos pasar ese maldito ramo, desvelos llenos de cafeína y trabajos a media noche, nos hacen pensar que el merecido descanso que se aproxima es el paraíso de nuestras vidas, sin embargo, son muchos los jóvenes que a pesar del estrés acumulado, deciden cambiar los cuadernos de su mochila por curriculums.
La búsqueda de trabajos temporales para jóvenes, encuentra en diciembre su punto más alto del año; y las razones son variadas. La mayoría de ellos busca laborar uno o dos meses y, así, juntar una suma que sustente unas merecidas vacaciones fuera de la ciudad. Otros, son muy hiperactivos como para pasar tres meses sin ninguna labor y deciden contribuir económicamente con su familia o, simplemente, costearse sus gastos personales.
Dentro de la gama de ofertas disponibles en sitios como Laborum o Trabajando.com, abundan los anuncios de promotoras/as, vendedores part time, repartidores de volantes, reponedores de supermercados y garzones, en su gran mayoría, sin requisitos de previa experiencia.
Loreto Pizarro (23) es estudiante de periodismo de la Universidad Andrés Bello y reconoce que la mayoría de los veranos ha trabajado en época navideña. Asegura que las empresas suelen buscar, especialmente, personas jóvenes y energéticas para cubrir las necesidades comerciales que esta fecha demanda. “Siempre me quedo un mes más, para conseguir lucas para salir de vacaciones en febrero. También he trabajado de temporera en mi ciudad de origen y, en la mayoría de los casos, para costear mis pequeños lujos veraniegos”, cuenta la universitaria.
Pablo Zenteno (20), estudiante de Preparador Físico del CFT Santo Tomás, también optó por trabajar en esta temporada y, así, tener dinero para gastar en lo que él quisiera durante sus vacaciones. “Trabajé todo el verano en una empresa de mudanzas y me hice buenas lucas para pasarla bien en mis tiempos libres. Carretié, salí con amigos y hasta me compré ropa y otras cosas que necesitaba”.
Además, Pablo agrega que trabajar en el verano es una muy buena experiencia, ya que “aprendes a administrar tu propio dinero y a gastarla en las necesidades y gustos que tú estimes conveniente”. Dicha visión se refleja en la gran mayoría de los jóvenes, ya que el mayor porcentaje de los que busca una oportunidad laboral en esta época, lo hace para solventar sus panoramas y vacaciones.
Sin embargo, también existen aquellos que deben sacrificar sus vacaciones para poder seguir estudiando el año siguiente. Paulina Rodríguez (23) estudiante de Educación Parvularia de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), trabajó gran parte del verano pasado para costear el valor de su matrícula y algunas mensualidades. “Trabajé de empaque durante un par de meses para poder continuar con mi carrera, ya que la situación económica en mi casa no era la más óptima y no me podía quedar de brazos cruzados. De todas maneras, es una experiencia bastante gratificante, ya que, finalmente, es una inversión para mi futuro” confiesa la joven.
Si de sitios para encontrar este tipo de trabajos se trata, la gama es bastante variada. Te aconsejamos inscribirte y postular en algunos de estos portales: -ZonaJobs - Laborum - Trabajando - Bumeran - OpciónEmpleo
Sea cual sea el motivo por el que deseas trabajar este verano, sin duda, representa una experiencia cien por ciento enriquecedora, ya que te prepara mentalmente para lo que será una futura inserción definitiva en el campo laboral.
Y tú ¿Estás buscando trabajo? ¿Ya conseguiste? ¿Cuál ha sido tu experiencia con los trabajos de verano?