Hace ya algunas semanas que el conflicto mapuche ha tomado protagonismo en nuestra contingencia nacional y no es para menos, el cumplimiento de los 73 días en huelga de hambre, que llevan los 32 indígenas presos en el sur de Chile, no deja indiferente a nadie. Y es que la resistencia puesta por dichos comuneros parece no tener tregua; con el rechazo a entablar una mesa de diálogo, dada a conocer ayer por los voceros, pareciera que el conflicto no tiene fecha de término.
Pero antes de invitarlos a debatir acerca de este tema, parece necesario aclarar ciertas claves del conflicto, para aquellos que no lo conocen a fondo y no entienden la magnitud que ha tenido a lo largo de toda nuestra historia.
Lo cierto es que el conflicto mapuche se remonta hace siglos en nuestro país, cuando las tierras de las comunidades autóctonas fueron vendidas al Estado; argumento que muchas personas utilizan para recalcar que no deberían tener “qué reclamar”. Sin embago, tampoco podemos ponernos una venda en los ojos y negar que las condiciones en que se llevó a cabo esta transacción no fue la más justa. Es decir, las diferencias culturales y la poca capacidad analítica de una etnia, cuya capacidad de exigir sus derechos era escasa, en comparación con una civilización occidental como la nuestra, parecen poner dicho acuerdo en una balanza poco equitativa.
El conflicto tiene como episodio mucho más cercano, los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, en donde se intentaron solucionar las fuertes manifestaciones indígenas del sur, en protesta de la devolución de sus tierras, con la aplicación de la tan mencionada “Ley Anti-terrorista”, que hoy parece ser el eje central del problema.
Dicha ley fue creada en el Régimen Militar y tenía como objeto perseguir y desintegrar a los grupos armados izquierdistas, que en aquel momento representaban una amenaza. El problema de esta norma, es que los procesos penales que se llevan acabo bajo ella, no tienen los mismos procedimientos de un juicio normal. Por ejemplo: prohíbe a la defensa (en este caso, los mapuches) acceder a la totalidad de las piezas de la investigación, lo que se contrapone con el derecho del Código Penal, que indica que todo imputado puede acceder al expediente del Ministerio Público, para así, preparar de mejor manera su defensa.
Y es justamente la aplicación de esta ley, uno de los puntos que los mapuches en huelga de hambre protestan, ya que alegan que dicha normativa no les entrega juicio justo, con los mismos procedimientos pertinentes para cualquier chileno, en un país absolutamente democrático como el nuestro.
Además de la utilización de la Ley Anti-terrorista para enjuiciarlos, la “militarización” de las zonas de conflicto y la fuerza policial desmedida con que se han atacado las manifestaciones ocurridas a lo largo de toda nuestra historia, en las zonas de conflicto, empeoran aún más la situación. Es cierto, es imposible dejar pasar tales actos agresivos, pero ¿realmente debiesen ser tachados de terrorismo?
Michelle Bachelet declaró a Radio Cooperativa que,"cada Gobierno asume lo que le corresponde y debe hacer su trabajo, la manera de avanzar es dialogar y sentarse a buscar los mecanismos que permitan resolver la huelga de hambre". Englobando la opinión de la mayoría de los políticos, que apuntan derechamente al entendimiento a través de diálogos.
Pero ahora es tiempo de abrir el debate en Universitarios.cl y saber qué piensas tú, ¿Creen que los mapuches han tenido un trato justo por nuestro país a lo largo de la historia? ¿Qué solución darías para concretar de buena forma dicho conflicto?