Para muchos las siestas son algo sagrado. Despertar muy temprano y andar toda la mañana y gran parte del día en la U, puede resultar bastante agotador, por lo que, llegar a casa y ver nuestra camita mirándonos tentadoramente, nos deja sólo una opción: zambullirnos bajo las ricas frasaditas, al menos por un rato, para después volver a nuestros quehaceres, tareas, etc.
Yo soy de esas personas que no pueden estar un día entero sin siesta. Harta gente me dice que me haga ver, porque según ellos no es normal que sea tan dormilona; pero la verdad es que yo no me quejo. Nunca me ha traído ningún tipo de problema mi siesta diaria, ya que sé coordinarme cuando tengo cosas que hacer: pongo el despertador a una hora determinada, y listo. De hecho, así logro concentrarme mucho mejor, porque con sueño no soy muy productiva que digamos.
Hay quienes no pueden dormir siesta por nada del mundo: sienten que se les acorta el día, y cuando despiertan, lo hacen de mal humor y totalmente descompuestos. También les carga mirar por la ventana y darse cuenta que ya es de noche y les queda poco tiempo para hacer todas las cosas que tienen pendientes.
Existen varias teorías acerca de dormir siesta. Algunos dicen que es bueno; otros que es malo. Por ejemplo, he escuchado que dormir más de media hora durante el día, puede provocar la subida de peso, sobre todo si se duerme después de almuerzo. Si esto llegara a ser cierto, igual es brígido, porque casi siempre las siestas son a esta hora, cuando más baja el sueño.
También he oído que existe una técnica para dormir sólo tres horas al día, la cual consiste en dormir una siesta por 15 minutos cada dos horas. Cuando la escuché, a tiro pensé en que, por más que quisiera acostumbrarme a esta técnica, no lo lograría. Yo me demoro al menos 10 minutos sólo quedarme dormida, por lo que sería una pérdida de tiempo echarme para dormir tan poquito rato.
Quizás yo a veces me excedo un poco, ya que me doy la libertad de dormir hasta que mi organismo lo decida, y en algunas ocasiones mi siesta dura dos o hasta tres horas. Lo que recomiendan los profesionales es que pongamos la alarma para no pasarnos de largo, porque esto puede provocar el desorden de nuestras horas de sueño, y obvio que esto no es lo más adecuado.
Por lo general, cuando duermo siestas largas, es cuando la noche anterior pasé de largo haciendo un trabajo y necesito recuperar el sueño. Hay veces que me paso hasta el otro día, onda me quedo dormida a las 8 pm de la tarde, y despierto al día siguiente como a las 7 am, y es lo mejor. Aunque obvio que eso sólo se puede hacer cuando no tenemos que estudiar para una prueba gigante o hacer algún tipo de trabajo.
Personalmente, considero que echarse a dormir una siesta es de lo más normal, y que en Chile deberían incorporarse los “centros para dormir siestas”, como los que hay en España y en otros países, donde hay unos sillones y la gente tiene que pagar 14 dólares para dormir media hora. Lo que también sería bacán es se concretara la clásica idea de instalar salas de descanso en las universidades, para dormir aunque sea un ratito cuando tenemos ventanas enormes y morimos de cansancio. Tal como lo indica este grupo de facebook.
¿Qué opinas tú de dormir siestas? ¿Eres de los que no pueden sobrevivir un día entero sin echarse al menos unos minutitos?