La comunidad de la Universidad de Santiago conmemoró el 163º aniversario de su fundación y es señalada como una de las más antiguas y tradicionales corporaciones de educación superior del país.
Universidad compleja y completa, imparte conocimientos en 63 carreras de pregrado, suma más de 18.000 alumnos, cuenta con siete facultades que cubren las principales actividades del conocimiento (Ingeniería, Humanidades, Ciencia, Administración y Economía, Química y Biología, Ciencias Médicas y Tecnológica), acercándose a pasos agigantados hacia la formación cuaternaria, es decir, la implementación de nuevos y mejores programas de posgrado (magísteres y doctorados), sin considerar los numerosos cursos de especialización y postítulo que se dictan a través de las distintas unidades académicas y de investigación.
Desde la reforma de la educación superior de 1981, la Universidad de Santiago concentra sus actividades en el Área Metropolitana y, en particular, realiza sus labores de docencia, investigación y extensión en su propio campus de 34 hectáreas, en el tradicional y popular barrio de Estación Central.
En investigación, ha destacado por sus logros en la participación de proyectos nacionales e internacionales y en el aporte de sus estudiosos a diversos campos del conocimiento. Singular esfuerzo se ha puesto en la vinculación Universidad-Empresa con el propósito de que los trabajos de los investigadores tengan una estrecha relación con las necesidades socio-económicas del país y con la urgencia que demanda el sector industrial para mejorar y hacer más limpios y sanos para la salud humana sus procesos productivos.
En el ámbito cultural y de extensión, se desarrolla una vasta labor a través de la realización de una completa Temporada de Conciertos, programas de exposiciones, conferencias, temporadas de teatro, música folclórica y cursos diversos. Las actividades de extensión se complementan con múltiples encuentros deportivos en diversas disciplinas que se desarrollan en las complejas instalaciones propias y que se ofrecen diariamente a sus alumnos, funcionarios y académicos, pero también a los vecinos.
En suma, la comunidad de la Universidad de Santiago, corporación cuya tradición se registra en tres siglos, desde 1849 hasta nuestros días, mira con optimismo el futuro, sacando lecciones de su historia para proyectarse como institución de educación superior al servicio de las personas y la sociedad chilena.