Buscar pega mientras se estudia es una buena opción para ganar unos pesos de más. Sin embargo, hay muchos trabajos que al ser tan demandantes nos perjudican más que beneficiarnos. Siempre se debe buscar una labor que nos deje algo de dinero y a la vez no nos quite mucho tiempo. Es por eso que para algunos, hacer clases particulares es una pequeña mina de oro. Ya sean para compañeros o para niños, enseñar puede ser una tarea muy gratificante y a la vez relajada por diferentes motivos. Primero, las clases siempre tienen un horario fijo que es estipulado entre profesor y alumno. Generalmente es en la tarde y no dura más de un par de horas. Al ser de esta manera, esta tarea deja tiempo para enseñar a otros o simplemente hacer lo que se desee. Es una buena opción para personas que tienen un horario universitario más desordenado y que, por lo tanto, no pueden buscar trabajos part time. También, es una pega poco estresante. Lo ideal es que te lleves bien con la persona que le haces clases y que ésta esté dispuesta a aprender. Con estos dos requisitos las clases serán pan comido. Otra cosa que ayuda mucho es que entiendas perfectamente la materia que enseñas. Si es así, no tendrás que gastar tiempo en releer libros o hacer nuevamente ejercicios. Para que el ambiente sea bueno y te encuentres feliz en tu trabajo, es importante que tengas claro cuál es tu sueldo y que estés de acuerdo con él. Lo más probable que mediante pase el tiempo no te suban la paga. Por eso, siempre antes de empezar hay que hablar sobre el tema y que, posteriormente, decidas si en verdad vale la pena. Generalmente, cuando enseñas de manera particular se cobra por jornada. Dependiendo del ramo y el uso de material extra se paga alrededor de 5 mil pesos por hora, aunque debes saber que esto puede variar en cada caso. “Empecé a hacer clases el primer año de U y decidí hacerlo en matemáticas porque en el colegio se me daban muy bien, de hecho tenía como promedio 69. Un día la mamá de una amiga me ofreció hacerle clases a su hija que en ese tiempo iba en segundo básico. Me gustó mucho enseñar pero lo malo es que me pagaron poco, fui dejada al no pedir un aumento porque la mayoría ganaba mucho más. Por eso, después de 4 años dejé de hacerlo”, comenta Daniela Nuñez estudiante de Ingeniera Comercial. Hacer clases particulares puede ser una muy grata experiencia o todo lo contrario. Eso depende de muchos factores, sin embargo, no hay duda de que a la hora de buscar un trabajo esta puede ser una buena opción. Ya que, independiente de la carrera que estudies siempre puede haber un conocido o un amigo de un amigo que necesite ayuda en alguna materia. Y a ti, ¿te gustaría hacer clases particulares?