18 razones para no escuchar a tus viejos a la hora de elegir una carrera

Francisco Valenzuela Nov 21, 2014
Compartir:

Es así, es difícil, pero depende de nosotros tomar la mejor opción. Es hora de madurar, dejar las alas de nuestros padres y comenzar a volar fuera del nido, mirando al horizonte, donde nos espera nuestra propia vida. Por ello es poco o nada lo que nuestros queridos progenitores pueden ayudarnos en estas instancias. Sí pueden (qué duda cabe) guiar nuestros pasos, aconsejarnos, pero es importante que la última palabra la tengamos nosotros y no tener que optar por las típicas opciones que recomiendan. Estaremos por cinco años estudiando una profesión, y si aquello lo hacemos por alguien más, o no nos satisface, o no es nuestra vocación, pues seremos unos infelices, amargados y frustrados (algo que en Chile, sobra). Por ello, a continuación te resumimos 18 razones para no escuchar a nuestros viejos a la hora de elegir una carrera. Por mucho que nos quieran esta debe ser nuestra decisión, más si estamos indecisos, o indiferentes, pues aquello significa que hemos dependido de otros toda nuestra vida. Es hora de escuchar nuestro corazón.

1.- Solo tú sabes tus aptitudes.

Nadie te conoce mejor que tú, sólo tú sabes aquello que te da curiosidad, o que sabes hacer bien (pero bien BIÉN)

2.- Eres maestro de tu futuro.

Todas tus decisiones hoy, marcan lo que serás en tu adultez. Dicen que las personas las definen sus acciones ¿no?

3.- Puede que heredes una herencia familiar.

Algo típico, es ver cómo nos obligan nuestros padres a seguir sus sueños. Olvida lo que quieran para ti, piensa en lo que TÚ quieres.

4.- Puedes aburrirte de lo que estudias.

Si no es lo tuyo, no aprenderás con pasión. Nuestros padres piensan en un futuro cómodo, por lo general material (no espiritual).

5.- Puede que dejes la carrera, no aguantarás.

Pasarás sin pena ni gloria, e igual querrás cambiarte, haciendo un gasto (importante) de dinero.

6.- Por triste que se lea, puede que ellos mañana ya no estén.

Siendo fríos, debemos aceptar que puede que nos quedemos solos y que no estén ya para apoyarnos.

7.- Debes aprender de tus errores.

No puedes crecer siguiendo las respuestas de otros, debes conocer al mundo por ti mismo.

8.- Puede que te endeudes.

Si pierdes plata en años de estudio que no querías, y te cambias, quedarás endeudado en dos carreras y pagando todo con tu trabajo.

9.- No te vas a morir de hambre.

Los padres suelen aconsejarnos elegir algo como medicina, o leyes, pero en realidad vivir bien, felices, no siempre es algo meramente material.

10.- Madurarás.

Comenzarás a pensar por ti mismo.

11.- Podrás elegir aquel sueño de tu infancia.

Algo como canto, pintura o actuación, aparecen en el horizonte.

12.- Eres inteligente, no tonto. Los padres suelen decirnos que no nos da la cabeza para saber lo que está bien. Nada más alejado de la realidad.

13.- Puede que te manipulen (con o sin amor).

Nadie puede dictar tu destino.

14.- No es sano.

Psicológicamente, no es recomendable quedarnos niños para siempre.

15.- Hay materias que, simplemente, no manejamos.

Si sabemos que somos científicos, no le pegamos no más a las humanidades. Al revés, igual.

16.- No siempre las carreras tradicionales, tienen más prestigio.

Todas las carreras tienen algo que aportar.

17.- Las carreras cortas no siempre son lo mejor.

Aunque son más económicas, puede que quedemos igual pegados.

18.- Por simple rebeldía.

Simplemente revela quien eres realmente, llévales la contra. Tal vez así comprendan que haz madurado.

¿Crees que falta algo? ¿Crees que sí hay que escuchar a los viejos? Comenta.

Imagen: Twentieth Century Fox, PR Photos