El home office o teletrabajo se ha vuelto algo absolutamente común en todo el mundo, sobre todo tras la crisis de la pandemia. Los trabajadores tuvieron que adaptar un lugar en sus casas para realizar sus tareas, algunos incluso tuvieron que comprar escritorios para poder tener un espacio de trabajo adecuado, todo con el fin de instalar una oficina en casa.
De eso ya ha pasado algo de tiempo, y si tú eres uno de aquellos que siguió trabajando desde la casa, o que tiene un segundo trabajo a distancia y requiere de una superficie especial para el trabajo como lo es un escritorio, tal vez has notado que es momento de hacer algunos cambios.
¿Cuándo debes cambiar tu viejo escritorio? 5 indicadores que te lo dicen
Si piensas en trabajo, ya sea en casa o en una oficina, es claro que tu ideal es un sitio confortable, en donde te sientas a gusto ejecutando tus tareas. Si algo no funciona bien, lo notarás. En el caso de los escritorios, deberás considerar algunas de las siguientes problemáticas como razones para renovarlo:
1. Está en mal estado
¿Tu escritorio cojea, tiene roto uno o varios cajones, o el enchapado se ha descascarado y te roza los brazos al escribir? Debes saber que estos son claros indicios de que tu escritorio ha cumplido su vida útil. Por ende, es hora de hacer el cambio.
2. Su tamaño es incorrecto
En algún momento de tu vida puedes haber adquirido, o te pueden haber regalado cierto tipo de escritorio que ahora no te acomoda. Tal vez has notado que es muy pequeño para tus tareas, o demasiado grande para tu espacio. En cualquier caso, un escritorio que no se ajuste a tus circunstancias personales es un problema, y es mejor cambiarlo por uno que sí sea idóneo.
3. Es poco práctico
Si trabajas con muchos materiales, instrumentos, papeles, libros, etc., necesitarás un escritorio que incorpore algunos cajones, y compartimentos para guardarlos y mantener un orden.
Por el contrario, si tu trabajo es más de computador, y no requieres más espacio que ese, un escritorio demasiado equipado no será más que un estorbo. En ambos escenarios, el escritorio debe serte útil y no un problema más.
4. No combina con la decoración
Esto puede resultar superficial e irrelevante, pero en realidad tener un espacio agradable es esencial para trabajar.
Si hay un elemento que sientes que no “pega” con la decoración, como el escritorio, lo vas a notar y te molestará. En ese caso, es el momento perfecto de buscar uno que se adecue a tu estilo.
5. No se adapta a tu estación de trabajo
Si la parte destinada a tu estación de trabajo es pequeña, un escritorio grande no será práctico ni útil. La idea es formar en ese espacio un sitio armónico en donde cada cosa, incluidos los escritorios, ocupen su lugar sin invadir ni molestar.
Es claro que este mobiliario es imprescindible para que puedas trabajar. Ahora que ya conoces en qué debes fijarte, ¿es momento de cambiar el tuyo?