legas a la universidad e idolatras a tus profes. Siempre hay uno que sobresale entre la multitud, cada vez que lo miras piensas algo como: “Oh divino ser de todo conocimiento, ilumíname con tu poder ancestral”. Pero no falta el profe “Dios” que lleva un par de siglos haciendo clases y tiene fama de “mala onda”. No solo es pesado, sino que te ganas el odio de aquel ser mitológico dueño de la catedra, pruebas que hacen llorar y de obvio: las notas. ¿Por qué te odia? No tengo idea, pero probablemente te tiene mala.
Saber si ese profe (a quién odias y amas a la vez) te tiene mala es complejo porque no sabes si tienes alucinaciones y aquello que pasa en clases está en tu imaginación, lo cual podría ser producto del exceso de café y la falta de sueño; no sabes si es así con todos los alumnos y confundes su pesadez con la idea de que te ama en secreto, o si ese profe tiene algún pacto con satanás y es así contigo porque huele tu santidad.
¿Qué motivos tiene un profe para odiarte? son millones, quizás le recuerdas a su hijo desheredado por no seguir la tradición familiar, solo sé que después de varios años en la U hay ciertos eventos que podrían iluminar:
- Si en clases el profe infunde temor y cuando hace preguntas intentas participar, con tu brazo levantado casi tocando el techo medio tiritón hacen contacto visual y te ignora: podría tenerte mala.
- En las pruebas, lo ves que responde las preguntas de tus compañeros y ellos incluso, le sonríen y tu intentas preguntar algo y te responde algo como: “¿acaso no estudió?”, “¿quiere que conteste yo la prueba por usted?”, o simplemente escucha y luego sigue su camino por el pasillo: Es bastante probable que te tenga mala.
- Te encuentras con él en algún lugar de la U, saluda a todos tus amigos con cierta cortesía y a ti te levanta una ceja o hace una mueca de dolor: Podría tenerte mala, (o quizás le gustas).
- Entregan las notas de una prueba y luego de un sermón de 45 minutos, donde básicamente les dice a todos, las basuras ignorantes que son y que nunca serán profesionales y entras en el cuestionamiento de saber si esta carrera es la apropiada, algunos tienen dudas y el profe les corrige la nota porque van a pelear el punto para el cuatro, pero tú vas con la fuerza que te proporciona la ropa interior de súper héroe a reclamar una décima de una pregunta que revisó mal y te ignora: es 99% que te tenga mala.
- Pero si además de todo eso, le mandas un correo y nunca te contesta, si te deja fuera de sala por llegar 1 minuto tarde, se olvida de la asistencia y jamás te pone presente, si te usa de ejemplo negativo para que otros no sean como tú: amigo/a no te tiene mala, ese ser te odia y no en secreto.
Lo peor es cuando después de literalmente luchar todo el semestre con su odio intergaláctico acumulado por años, rasguñar el cuatro pelado para pasar su porquería de ramo, terminas con promedio 3,94 y debes ir a mendigar aquella décima que te falta para, si tienes suerte, no volver a verlo jamás. Mi consejo es: Llore, llore fuerte y claro porque ese profe que le tiene mala y no tiene alma, se alimenta de las lágrimas y lamentos de sus estudiantes. Aun así, que un profe te tenga mala no es una razón para abandonar la carrera, es parte del rito universitario.
En el peor de los casos si satán logró su cometido y después de llorar aun así te odia y no hay nada que puedas hacer, no te preocupes, echarse un ramo porque un profe semi Dios bajado del olimpo te tiene mala, nos ha pasado a algunos, más de una vez, ahora, si tomas el ramo por segunda vez que no sea con el mismo.
Una vez para los vivos, dicen por ahí.