Me considero una de esas afortunadas personas que logran descubrir su vocación. El estar con niños pequeños es realmente gratificante... Pero no todo es miel sobre hojuelas. ¿Quieres conocer el lado oscuro de estudiar Educación de Párvulos? Si te interesa la educación preescolar, presta atención a lo mejor y lo peor de esta carrera.
Lo Mejor
- El amor incondicional de los niños
Ellos confían plenamente en ti, y al poco tiempo de conocerte ya te están prodigando mimos, abrazos y un sinfín de muestras de afecto sinceras y desinteresadas. Su entrega es total; solo tienes que abrirles tu corazón y ellos entrarán para llenarlo de amor del bueno. Si eres de esas personas "de piel", siempre te encontrarás a gusto con ellos.
- Sentirse más positivo
Los niños, con su amor y locuras, te pueden subir el ánimo en segundos. Aunque hayas tenido un pésimo día, el compartir con ellos cambia de inmediato tu switch. En seguida te sientes más aliviado y feliz. Además, llegas con toda esta alegría a casa y puedes contagiarla a tu entorno. Y si el pesimismo regresa, basta con recordar los momentos con ellos para sacarte una sonrisa.
- Volver a ser niño
Gracias a la magia de los infantes, a su calidez, afecto e imaginación, comienzas a ver las cosas desde otra perspectiva, una que valora lo simple, que puede divertirse con solo una caja, que no juzga y que se maravilla con la belleza de las cosas (y que encuentra la hermosura en todas ellas). Puedes volver a ser niño y reencontrarte con aquello que te hacía feliz; jugar e imaginar como entonces.
Lo Peor
- El dolor de espalda
Sobre todo, si trabajas con los más pequeños, seguramente requerirán que los traslades en brazos. Algunos te lo pedirán, ¡y cómo decirles que no! No solo tu espalda se resentirá, sino que tu cuerpo en general se fatigará con el esfuerzo físico, pues debes estar a la altura de las demandas de los niños, si pretendes atender todas sus necesidades, e ir de un lado para otro, del suelo a arriba, muchas veces sin descanso.
Golpes accidentales
Si estudias esta carrera, debes estar preparado para recibir un par de golpes y mordiscos, además besos y abrazos. Por supuesto que es tu deber enseñar a los niños que aquello no está bien y evitar que ocurran, pero en muchas ocasiones suceden tan rápido que son inevitables. Y algunos de ellos resultan tan creativos para construir artefactos golpeadores...
- Dejar de ver a los niños
En algún momento llega la hora de despedir a los niños con los que te has relacionado por largo tiempo. En especial si eres practicante, no será muy prolongado el período que pases con los niños a tu cargo, pero bastará para encariñarte con ellos y extrañarlos terriblemente luego. Y es que, casi el mismo día en que los conoces sientes que no quieres dejarlos nunca. Pero así debe ser; ellos crecen y vendrán nuevos niños, aunque es seguro que nunca los olvidarás.
Si llegaste hasta aquí porque te interesa estudiar Educación de Párvulos, ya que crees que es una carrera fácil, desecha la idea de tu cabeza ya que estudiar una carrera que no te gusta no servirá de nada. En cambio, si te interesa porque el trabajar con niños e inmiscuirte en su mundo te parece fascinante, a pesar de lo agotador que por momentos pudiese ser, ¡adelante! Seguramente los niños superarán tus expectativas.