El pololeo es una hermosa etapa que todos recordamos con especial de cariño, aunque hay de aquellas personas que no poseen mucha experiencia en este ámbito y a la hora de abordar al sexo opuesto, queda en evidencia que necesitan pololear más. Si quieres tantear terreno y darte cuenta si realmente es tu caso veamos las siguientes señales:
1. Solo has pololeado una vez en tu vida.
No se confundan, eso estaría bien si tienes quince, pero si tienes veinticinco preocupate.
2. Tu tema de conversación principal es tu relación anterior.
Y no tan solo le hablas de ese pasado amor, también despechadamente le cuentas todo lo que te hizo sufrir. Cuando te das cuenta ese posible pretendiente ya ha salido corriendo.
3. Te planificas con alguien a los días de conocerla.
No habría ningún problema si esto fuera recíproco, lamentablemente no suele ser así.
4. Eres un enamorado(a) de la vida.
Te puedes enamorar muy profundamente en muy poco tiempo, del mismo modo y en la misma cantidad de tiempo te desilucionan.
5. Te es más fácil entrar a la friendzone que comenzar una relación.
"Que buen/a amigo/a eres" ¿te resulta familiar? es porque estan tan acostumbrados a estar solitos que cuando se acercan al sexo opuesto, no saben en que momento deben dar el segundo paso, por lo que, cuando deciden darlo, es demasiado tarde.
6. Eres insensible con el sexo opuesto.
Es tan simple como que no te sabes poner en el lugar de la otra persona, ni te inmutas por los sentimientos de aquella persona que por lo general está interesada en ti.
7. Tienes demasiado tiempo libre y te quedas en casa.
Si pasas demasiado tiempo en casa, y eres de los que a cada segundo actualizando el facebook, es posible que necesites pololear más, y si eres de los que te da flojera salir, piensa que te hará bien salir a respirar un poco fuera de tu burbuja.
8. Cuando te describen ese sentimiento llamado amor, sientes que nunca te ha pasado.
Como que tu tuvieras un imán tus más enamorados amigos suspiran contandote lo enamorados que están, pero a ti no te ha pasado.
9. Tus amigos están constantemente buscándote un amor
10. Nunca le has sacado provecho a una relación.
Ya que te preguntas si esa relación realmente tendrá futuro.
11. Eres demasiado intenso/a en tus relaciones...
12. Te pones cada día más exigente.
Al no tener la suficiente experiencia comienzas a idealizar más de la cuenta, por lo que es probable que te cueste pololear más.
13. Te cuesta confiar en la gente
Cuando no has pololeado mucho, es muy dificil involucarse con los demás, lo cual nos pone en un plano de inseguridad.
14. Eres muy bueno en algo y deseas compartirlo
Todos tenemos nuestras virtudes, es solo momento de encontrar a esa otra persona que tenga nuestras aficiones.
15. Te cuesta expresarte con el sexo opuesto.
16. Eres muy ingenuo/a
No conoces las mentiras típicas, ni las artimañas utilizadas comunmente, ya que tu experiencia en relaciones es mínima.
17. No eres capaz de admitir tus errores
18. Te cuesta demostrar afecto físico
Tanto los hombres como las mujeres necesitan demostraciones de amor y afecto, es algo paulatino que vas adquiriendo a medida que consigues experiencia.
19. Eres orgulloso/a
Y te cuesta perdonar, perdonar es la decisión de dejar el pasado atras y concentrarse en el presente. Consiste en tomar el control de tu realidad actual y vivirla junto a tu pareja. Sólo cuando tengas esto asimilado estarás listo para comenzar una relación.
20. No puedes controlar la mentira
Ser sincero/a o por lo menos tratar de evitar la mentira, es un tema que lo conocen muy bien aquellos que han estado insertos en una relación, por lo que si eres de los que ni pueden controlar la mentira, seguramente las relaciones amorosas han estado muy lejos de tu vida.
En fin, hemos visto señales negativas y positivas de que deberías pololear más, cualquiera sea tu caso, si estas leyendo esto ya es un indicador, aunque debes siempre tener presente que todos tenemos nuestros tiempos, tampoco hay que apresurar las cosas, sino nos veremos un tanto desesperados y esto hará que todo sea más lento. Piensa que debes sentirte cómodo/a siempre, y nunca dejes de ser tu mismo/a por otra persona.