Para convertirse en abogado es necesario ser una persona decidida, honesta, estudiosa y responsable. Todas estas características hacen que pololear con un estudiante de derecho tenga muchos beneficios como los 10 que se presentan a continuación.
1. Siempre me da una perspectiva más amplia
Tal y como si estuviera tratando un caso, constantemente intenta de explorar los diferentes escenarios de cualquier situación, por lo tanto, cada vez que necesito tomar una decisión importante acudo a él para que me guíe con las variables y resultados.
2. Es muy culto
Podemos conversar horas sin parar de cualquier cosa, como todo futuro abogado sabe de historia, política, ciencias sociales, economía y otras áreas. Siempre me enseña algo nuevo y útil.
3. Es extremadamente comprometido
En sus años de estudio ha aprendido que sus clientes son una prioridad y debe tratar sus casos como si fueran propios. Este desarrollo de la responsabilidad y compromiso hacen que sea fiel a sus promesas y siempre puedo confiar en que hará lo que dice.
4. Es mi asesor legal
Siempre está dispuesto a explicarme todo sobre los procedimientos legales, juicios famosos, resoluciones de casos y roles jurídicos Puedo acudir a él si quiero saber mis derechos, deberes, como hacer una demanda y saber que pasará con las personas que salen en televisión por cometer crímenes, entre muchas otras cosas.
5. Ve el lado positivo en todos los problemas
Aunque yo pueda ahogarme en un vaso de agua o estar viviendo la peor crisis de mi vida, su actitud positiva se mantiene de la misma forma en que lo hace cuando debe lidiar con un problema legal.
6. Busca soluciones siempre
La abogacía tiene como función principal la resolución de conflictos legales, por lo tanto, un estudiante de derecho aplica ese mismo principio en su vida y estará dispuesto a utilizar todos los recursos que tenga a su favor frente a las adversidades más cotidianas o las más complejas.
7. Es muy apasionado
Siempre me trata como a su cliente más importante y está dispuesto a luchar por cualquier objetivo que nos propongamos juntos. Es un excelente compañero de vida con el que ningún sueño es imposible.
8. No le tiene miedo a nada
En su profesión los miedos representan las peores limitaciones y es algo que aprenden a dejar de lado en los primeros años de carrera. Su valentía para enfrentar los ramos más difíciles y los casos que parecen perdidos desde un principio, se refleja en su forma de vivir; siempre me ayuda a superar mis temores y puedo contar con él para todo.
9. Es muy atento
A los estudiantes de derecho se les enseña que toda persona es un mundo diferente, que deben brindarle una sensación de seguridad y responder a sus necesidades para obtener lo mejor de ella. De esta misma forma están pendientes de las personas que los rodean, manteniendo una actitud amable y preocupada por su bienestar.
10. Tiene claros sus valores
Gran parte de los futuros abogados tiene como motivación el hacer de la ley su mejor instrumento para enfrentar cualquier delito, y creen en el equilibrio de la justicia. Esto implica que como persona, mi pololo sea honesto, responsable y dedicado siempre, cultivando los valores que empleará en el ejercicio de la profesión.
A pesar de los desacuerdos y peleas que tienen todas las parejas, pololear con un estudiante de derecho es una experiencia enriquecedora en todo aspecto.