La irrupción del poker online a finales del siglo pasado supuso la explosión global de este juego a todos los niveles. Tras unos primeros años titubeantes en los que esta modalidad del juego se iba instalando lentamente y con cautela en muchas computadoras del planeta, llegó un suceso que cambiaría de forma radical su historia, la victoria de un completo desconocido Chris Moneymaker en las Series Mundiales de Póker de 2003 (WSOP). Un simple contable de Tennessee que mediante un torneo online de 39$ consiguió una entrada para este gigantesco evento -hasta la fecha solo al alcance de los grandes profesionales- y contra todo pronóstico se hizo con el título y los 2,5 millones de dólares del premio. Inspirados en aquel acontecimiento millones de personas se lanzaron masivamente al póker online con la intención de emular a su héroe, algo que desde entonces se conoce como el “efecto Moneymaker”.
Como no podía ser de otra forma, esta modalidad caló hondo entre los más jóvenes, y en especial entre estudiantes de todo el mundo que comenzaron a analizarlo en detalle buscando cualquier resquicio que les aportase ventaja sobre sus rivales. La universidad se ha ido convirtiendo en un manantial de buenos jugadores que en muchas de las ocasiones aprovechan a poner en práctica los elementos que definen su carrera a la vez que disfrutan de su hobby.
Hoy en día, es habitual coincidir en una mesa de póker con un profesional ingeniero, bróker, o de cualquier ámbito laboral relacionado con la matemática y los negocios, ya que la estrategia moderna del poker antepone la estadística y el cálculo de probabilidades a cualquier maniobra basada en la intuición o el azar. Cierto es que aún quedan jugadores de la vieja escuela que se han sabido reciclar y disponen de un talento especial que los sigue manteniendo en la élite, pero la tónica actual es que sean los jóvenes los que se sitúan en los puestos de honor de los rankings.
Oscar Alache
Un buen ejemplo de esto anterior lo tenemos en Chile en la figura de Oscar Alache, uno de los mejores jugadores de Latinoamérica y que en 2013 tomó la decisión de dejar a un lado sus estudios de ingeniero de minas para centrarse al cien por cien en el poker profesional. Su corazonada no era del todo mala y un par de años después ya había logrado dos títulos de campeón en el circuito más importante del continente, el Latin American Poker Tour (LAPT), algo de lo que muy pocos pueden presumir.
El de Iquique pronto comprendió que tenía unas aptitudes fantásticas para jugar torneos en vivo y en esta modalidad es en la que más destaca jugando eventos por todo el mundo. Sin duda el LAPT es el circuito en el que mejor se maneja y la pasada temporada, además de proclamarse campeón en su propio país durante el LAPT de Chile en Viña del Mar, logró hacerse con el título de Jugador del Año de la octava temporada de este tour.
Este es el perfil de jugador más usual entre los grandes jugadores actuales. Para confirmarlo se podría nombrar a la británica Liv Boeree, licenciada en astrofísica que lidera el ranking mundial de féminas y que ha logrado nada menos que ganar un European Poker Tour (EPT), logrando convertirse en una de las tres únicas mujeres que han logrado semejante proeza en el mejor circuito de Europa. Del otro lado está el alemán de 23 años Fedor Holz, que con un coeficiente intelectual de 155 dejó sus estudios para dedicarse de lleno al poker, una disciplina en la que ha logrado colocarse junto a los grandes tras amasar más de 20 millones de dólares en ganancias. Otro caso curioso es el del también alemán Martin Finger, que logró la victoria y los 720.000€ de premio correspondientes en el EPT de Praga 2011 tras lograr su asiento por medio de un torneo satélite online mientras estudiaba Ciencias Económicas.
Sería interminable la lista de jóvenes con formación universitaria que, o bien terminaron sus estudios o los abandonaron, pero que en el trascurso de estos comenzarían probando suerte a través del poker online y actualmente son grandes estrellas internacionales de este deporte mental. Todo esto no hace más que demostrar la importancia que tiene en este juego una buena formación, a lo que es imprescindible sumar una disciplinada rutina de estudio, algo que se ha convertido en fundamental a la hora de progresar en el juego.
Por si fuera poco, la relación del juego de naipes con la universidad no se limita solo a esto, sino que actualmente el poker ya constituye una materia optativa en universidades tan prestigiosas como la Massachusetts Institute of Technology (MIT), en la que se estudia su relación con las matemáticas y la Teoría de los Juegos. El curso se basa en la modalidad de Texas Hold’em, la más popular, y en él han participado jugadores profesionales de la talla de Bill Chen y Matt Hawrilenko, ambos ganadores de sendos brazaletes de las WSOP.
Seguro que tras leer esto más de uno tiene la tentación de probar sus habilidades en este juego, aunque eso sí, no se debe olvidar que ni mucho menos todos los que lo intentan logran hacer de él su profesión.