¿Estás pensando estudiar algo que no es lo tuyo? ¿La carrera que te gusta no es de las más rentables? ¿Crees que el nivel de ingresos está por sobre la vocación? Decidir qué estudiar no es nada fácil, pero se torna aún más complejo cuando la carrera que nos gusta no satisface todas nuestras expectativas (o la de nuestros padres)... Pues, ¡no te preocupes más!, este listado puede aclarar tus dudas en cinco minutos, mostrándote las 15 razones por las que es bueno estudiar una carrera que no te gusta. Si lo has considerado, toma papel y lápiz.
No importará si te va mal. Ya que no te gusta, no tendrás que esforzarte demasiado (y tampoco tendrás ganas de hacerlo). La mediocridad será tu consigna.
Tendrás mucho tiempo libre. Al no trabajar duro te quedará tiempo de sobra para hacer otras cosas que tampoco te gusten. O para ver televisión. Tal vez para Netflix. También para lamentarte.
Serás un sujeto misterioso. Como no te esforzarás realmente, nadie sabrá de lo que eres capaz. Ni siquiera tú. Tus habilidades serán un misterio para todos.
Tendrás buena circulación. El no usar tus habilidades te provocará frustración. La frustración te llevará a sentir en ira, y la ira es buena para la circulación. ¡Qué bien lucirás!
La gente te dejará en paz. Una persona iracunda, por lo general, está sola, pues irradia negatividad. No habrá nadie alrededor molestándote; podrás ahogarte en tu miseria en soledad. ¡Qué tranquilidad sentirás!
Tendrás un pasatiempo permanente. Envidiarás a quienes sí estudian lo que les gusta. Tendrás modelos con los que compararte por montón, ¡nunca te aburrirás!
Dinero es dinero. Cuando las comparaciones te aburran, siempre puedes pensar en el suculento sueldo que recibirás cuando trabajes en esa carrera que odias; porque, aunque no te guste, sin duda un día obtendrás ingresos por ejercerla. Negocio redondo.
Obtendrás ganancias extra en el camino. Podrás comprender a todas las personas que estudian o estudiaron algo que no les gusta y hacerles terapia.
Ganarás experiencia en grandes desafíos. Demostrarás tu coraje y valentía al superar un desafío tan grande como estudiar una carrera que no te gusta. ¡Qué valor! Debes incluirlo en tu currículum, sin duda.
Te convertirás en un modelo a seguir. Serás, entonces, un ejemplo de superación personal. Y de infelicidad. De todas maneras, la felicidad está sobrevalorada.
Podrías cambiar el mundo. Con tu ejemplo, el fin último de la existencia humana podría ser modificado: la felicidad pasaría a segundo plano, la infelicidad sería la meta de todos.
Serás un ídolo para tus hermanos. Si el cambio no es a escala global, tal vez sí lo sea en tu esfera más cercana: ¡tus hermanos sabrán lo que de verdad importa!
No morirás de fatiga. Cuando trabajes, como no estarás motivado, tu desempeño será deficiente, así que no te cansarás demasiado.
Nadie esperará mucho de ti. Como tu desempeño será deficiente, no te confiarán tareas muy complejas, ni acudirán a ti para resolver problemas difíciles. ¡Más tiempo para hacer nada!
Podrías transformarte en un autor ilustre: Podrás escribir un libro sobre cómo sería tu vida si hubieses seguido tu vocación y venderlo. Tal vez se convierta en un best seller. O podrías arriesgarte y vivir esa historia antes de que se vuelva una fantasía y tu realidad una pesadilla. ¡Ánimo!, aun cuando ya estés estudiando una carrera que no te guste, nunca es tarde para arrepentirse.