Las fiestas (también conocidas como carretes o mambos), son parte de la vida universitaria hasta el punto de que algunos pasan más "cheleando" que en la sala de clases. Sin embargo, todos los extremos son malos y si te vuelves demasiado "de tu casa", terminarás perdiendo una etapa importante de tu vida y también dejando pasar la oportunidad de conocer personas nuevas y aprovechar tu juventud.
Si no sales hace tiempo, a continuación encontrarás algunas señales de que necesitas retomar el carrete:
1. Cuando te tomas una chela de las más suaves en tu casa y terminas con caña
2. O si tu tema principal de conversación son tus mascotas
3. Cuando caes en la cuenta de que no has tenido onda con alguien en más de medio año
4. Si comienzas a notar que tus viejos están reemplazando a tus amigos
5. O si pareces viejujo hablando de tus achaques
6. Si tu vocabulario de carrete se quedó en el pasado
7. Cuando te sabes de memoria los episodios de una serie
8. O si tu anhelado panorama de fin de semana es día de pijama y tarde de siesta
9. Cuando no entiendes ningún chiste interno de tu sección
10. Si incluso tus papás te dicen que deberías salir (y recordar cómo es la luz natural)
11. O si llegas al extremo "Grinch" y comienzas a notar que el contacto con personas te molesta
12. Si sientes que cada semana es la misma repitiéndose una y otra vez
No se trata de volverse un adicto a las fiestas, pero sí es importante que interactúes con personas de tu edad y que puedas eliminar el estrés de la semana. Un carrete de vez en cuando no le hace mal a nadie y por el contrario, te ayudará a despejar la mente y mejorar tu disposición para enfrentar las exigencias de la educación superior.