Como universitarios el peor error que podemos cometer es estudiar algo que a todas luces no está hecho para nosotros o donde no podamos desarrollar nuestras habilidades naturales. No podemos quedarnos estancados en algo que no significará frutos el día de mañana, menos en un mundo competitivo que exige de las personas resultados a corto plazo.
Debemos saber separar nuestros gustos personales de aquellos oficios o profesiones en los que podemos ser buenos o al menos aportar. Esta es una de las primeras formas de conocer para qué estamos hechos, en vez de seguir tontas ilusiones. Con esto no digo que deseches opciones poco rentables o que optes por carreras tradicionales, para nada. Puedes elegir desde filosofía hasta leyes, no importa, sólo procura examinarte por dentro y prever si en alguna de estas profesiones puedes ser el mejor.
No te desesperes si a mitad de los estudios notas que erraste el camino. Si es así lo más maduro que puedes hacer es justamente dejar la carrera y renacer de tus cenizas. El mal rendimiento año a año, en varios de los ramos o hacer la práctica y darnos cuenta que no somos buenos en el campo laboral puede ser prueba de que no hicimos una buena elección. Tranquilo, parte de madurar conlleva aceptar nuestros errores.
Si pasan los años, después de titulado, vez que buscas y rebuscas opciones laborales, y estas no llegan pues es porque hay algo que está haciendo ruido. Más si la suerte o las oportunidades no llegan a corto plazo. Tal vez haya que evaluar al menos otras elecciones. Nuestra percepción de las cosas se aleja muchas veces de la realidad por lo que sugiero que no seas tozudo. Analiza si concretamente si te apasiona lo que estas aprendiendo o si te imaginas trabajando aquello toda la vida. Si respondes estas dos preguntas con un “no” pues sería indicado que pienses en otras opciones.
Y es que efectivamente, ponte en el lugar que haces esta profesión de lunes a lunes ¿realmente aguantarías hacerlo hasta la jubilación? Está bien, es una exageración, nadie trabaja toda su vida en lo que estudia, pero puede servir para no perder el tiempo. Hoy en día sale muy caro endeudarse por cinco o más años. Ten en cuenta la billetera.
Olvida todo lo antes escrito si en verdad crees que tus sueños se condicen con la realidad. Nadie finalmente tiene la última palabra y bien puedes sorprender a todos terminando aquello que quieres y siendo feliz y exitoso en el futuro. Te deseo la mejor de las suertes. Y si tienes una experiencia de vida digna de contar deja tu historia en los comentarios.