El discman fue el primer reproductor portátil en llegar a nuestras manos. Con sus circulares dimensiones y pequeña pantalla, su llegada fue un "boom" para quienes gustaban de escuchar música y querían llevarla siempre junto a ellos.
No obstante esta gloriosa llegada sucedió hace veinte años y escuchar música en todos lados es algo bastante común en este tiempo. Aún así, en esta oportunidad te recordamos 12 cosas que sólo entenderán quienes tuvieron un discman y pasearon con orgullo junto a él.
1. Llevar en tu bolso el infaltable "porta-cd" personalizado
Hello Kitty, de metal, transparente; existían todo tipo de "porta-cd" en donde guardábamos nuestros álbumes favoritos o aquellos que grabábamos en nuestra propia computadora.
2. El mini-infarto que sentías cuando se caía el discam al suelo
Los discman eran muy frágiles y, al principio, muy costosos. Cada vez que caía al suelo, rezábamos para que no le sucediera nada malo, aunque la mayoría de las veces algún botoncito fallaba.
3. Escuchar la misma canción porque las demás se rayaron
Le dábamos como caja a los CD... razón por la que todos terminaban rayados. Sin embargo, a veces seguía siendo nuestro disco favorito y, aunque sólo se escuchaba bien una canción, le dábamos la vuelta con esperanza de hallar otra.
4. Grabar un CD a la rápida y que no lo lea tu discman... porque está en mp3
Típico que cuando venía un viaje largo, no había mejor idea que grabar un CD y llevarlo para escuchar. Pero la rapidez de grabarlo a última hora, muchas veces nos jugó una mala pasada y grabamos en un formato equivocado. El resultado: frustración.
5. Gastar tu mesada en un CD de tu banda favorita... y copiarlo para que no se raye el original
Ya sabíamos que los discos siempre se rayaban, por eso no se nos ocurría mejor idea que copiar los originales. ¿El problema? No tenía sentido gastar tanto dinero en un álbum original que finalmente terminaríamos guardándolo en una repisa.
6. No saber donde guardar el discman mientras escuchas música
Los discman eran redondos... y enormes. Es por ello que muchos debíamos llevarlo en nuestras propias manos porque no alcanzaba dentro de ningún bolsillo.
7. Que se detuviera la canción cuando el bus frenaba muy fuerte
Este reproductor es muy sensible. Razón por la que, cuando te tocaba ir de pie en el bus, bastaba que el chofer frenara muy rápido para que un simple golpe detuviera la canción a la mitad.
8. Saber de memoria el orden de las canciones de cada álbum...
No existía el "orden aleatorio", razón por la que las canciones tomaban su curso normal, tal como las grabaron. Es de esta forma como nos sabíamos de memoria el orden de cada canción y hasta el minuto en cual aparecía. Cuando no nos gustaba, era típico sabernos -en orden- sus primeros 10 segundos.
9. La rabia tras prestar un CD y que te lo devuelvan rayado
Si tenías la suerte que el CD que prestaste volviera a tus manos, lo más probable es que volviera todo rayado....
10. Ser el último en comprarte un discman y seguir usándolo mientras el resto tiene reproductor de mp3
Al principio, como cualquier otro artefacto electrónico, los discman eran muy caros. Por esa razón, muchos adquirieron el reproductor de música cuando no estaba tan de moda como en la segunda parte de la década de los 90's.
11. Poner cinta adhesiva al discman para que no se abra solo
El mayor problema que todos tenían con este aparatito, es que se echaba a perder el "gancho" que atrapaba un lado con el otro. Ya que no era muy económico enviarlo al servicio técnico -o no podías vivir un segundo sin el discman- la mejor solución era ocupar cinta adhesiva para que no se abriera.
12. No saber cual es el botón "play" porque están todos desteñidos
Subir el volumen cuando querías cambiar la canción o apagar el discman en vez de poner "play", eran los problemas típicos de quienes tenían los botones de su reproductor musical con la pintura gastada.
13. Comprarte audífonos que combinen con el discman
Esto era muy típico: todos tenían sus audífonos del mismo color del discman, de manera que combinaran. Más aún cuando le aplicaban algún diseño o calcomanía, esta debía verse bien en conjunto.