A través de un comunicado la Universidad Católica Silva Henríquez se refirió a los destrozos que sufrió el plantel, en el marco de la toma que se prolongó durante ocho días, y a la nueva ocupación que iniciaron los estudiantes durante la madrugada del lunes.
Según puede apreciarse en las imágenes difundidas por la propia casa de estudios en sus redes sociales, en el lugar se registraron rayados, muebles rotos, mensajes en contra del rector, Jorge Baeza, y del secretario general, Patricio Rosende, a quien acusan de sumariar sin justificación a alumnos.
En su declaración, la universidad dijo lamentar que “pese a los esfuerzos realizados por la Institución para dialogar con los estudiantes y buscar en conjunto una solución al conflicto, nuevamente la intransigencia de unos pocos ha impedido retomar la normalidad de las actividades como se había programado, vulnerando los derechos de miles de estudiantes que desean finalizar su semestre académico”.
“Rechazamos categóricamente la violencia, los daños, robos y perjuicios que ha sufrido la Institución producto de estos actos, efectuados por un grupo minoritario y que en nada contribuyen a la resolución de los conflictos”, agregan.
Finalmente, la rectoría dijo lamentar también “que esta situación se produzca en pleno proceso de acreditación institucional”, pues “la Universidad ha trabajado permanentemente por mejorar la calidad de sus procesos, lo que nos ha significado un importante reconocimiento público, gracias al cual hemos podido adherir al beneficio de la gratuidad e ingresar al Sistema Único de Admisión de las universidades tradicionales”.