Habiendo estudiado medicina en una privada, decidí cambiarme a una estatal por el buen prestigio que tienen. Mientras pasaban los años, fui conociendo lo mucho que mis nuevos compañeros cuestionaban la calidad educativa de las privadas, y las competencias de sus futuros profesionales. Es así como decidí comentar estos estigmas con mis ex compañeros de la privada. Teniendo una amigable charla con ellos, logré derribar algunos mitos que se tienen sobre su medicina y tener una idea de qué se resalta en cada una de ellas.
Regalan las notas
Totalmente Falso. No se puede aprobar una cursada sin tener los conocimientos mínimos requeridos; de hecho, en primer año suele haber mucha decerción por lo mismo.
Inclusive, en las privadas se tienen casi los mismos profesores que en las estatales, y las pruebas (por ejemplo las multiple-choice) muchas veces son las mismas para ambas universidades, con las mismas escalas de aprobación (en general: mínimo 60% de respuestas correctas).
Todas son iguales y malas
Nunca hay que generalizar. Mientras algunas privadas han demostrado su deficiencia en calidad (como es el caso ya conocido por todos de la U. del Mar); otras, cada día van mostrando lo rápido que avanzan. De hecho, en los rankings de medicina, una de las privadas que se comienza a pelear codo a codo con las tradicionales es la U. de los Andes.
La novedad que han entregado las privadas, es que en cada escuela de medicina hay diferentes enfoques al perfil de egresad, dando así la oportunidad de elegir dentro de un gran abanico de posibilidades, qué tipo de medicina quieres aprender. Por ejemplo, al comenzar medicina en la UFT, se creó la propuesta de formar médicos "de cabecera", con un fuerte énfasis en la semiología; agregando así tres años de Semiología teórico-práctica en la malla. Por otro lado la UDP aspira por médicos más interdisciplinarios, la UDD va por la innovación en la clínica, y la U. de los Andes por la medicina social, etc.
En cuanto a modelo pedagógico, la U. Mayor quizo seguir el ejemplo de universidades tradicionales internacionales, instaurando la libertad de cátedra; lo cual permite al docente ampliar o generar un enfoque especial al programa de su cursada. Pero en general, las privadas se han caracterizado en potenciar una mayor comunicación entre docentes y alumnos.
No tienen buenos campos clínicos
Hoy en día es usual que en los mismos hospitales, se puedan encontrar practicantes de estatales y privadas. Para estas últimas, el camino ha sido difícil y aún quedan cosas por mejorar, pero es posible estudiar en una privada y practicar en un buen lugar. Como es el caso de la UNAB, que tiene a su disposición la famosa Clínica Indisa, o la UDD que tiene como campo a la prestigiosa Clínica Alemana. Inclusive, la U. Andes hoy cuenta con su clínica propia.
A los campos clínicos, se han adjuntado otras modalidades para la práctica de la profesión. Es así como varias universidades han instalado recursos tecnológicos para ensayar en fantomas (pacientes de plástico) o en forma virtual. Como por ejemplo, la UDP (al igual que la U. Mayor y la UFT) que cuenta con su Centro de Simulación Clínica, donde inclusive imparten cursos para estudiantes de cualquier otra universidad. He aprovechado estas instancias y he tenido una muy bonita experiencia. Además, como en toda profesión u oficio, uno comete errores al principio; así que es mejor cometerlos sobre un simulador que en un paciente.
No fomentan la investigación
Gracias a las propuestas de los propios profesores (científicos con PhD, Magister, etc), quienes requieren avanzar en sus respectivas áreas, las privadas han tenido que habilitar espacios para sus investigaciones. Por ejemplo, la UDP cuenta con un centro de investigación para psiquiatría (CEFP) con muy buenas propuestas.
La U. Andes con su Centro de Investigación Biomédica, cuenta con varios laboratorios disponibles para diferentes focos de investigación. Al igual que ésta, la UNAB tiene un centro con el mismo nombre (CIB) y otro más amplio llamado Center for Integrative Medicine and Innovative Science.
No importa la infraestructura que tengan
Es sabido que las privadas invierten mucho en infraestructura. El mito dice que es una forma de atractivo y que en realidad un lugar bonito no influye en la calidad de estudio. Sin embargo, estar en un buen ambiente, fomenta aún más las habilidades cognitivas competentes a la concentración y retención de información. Es por eso que las áreas de estudio son muy importantes al momento de preparar tus exámenes. En este punto resaltaremos a la UDP, que aprovechando la excelencia de su escuela de arquitectura, crearon la espectacular Biblioteca Nicanor Parra. Donde lograron aprovechar al máximo el alcance de la luz natural, y una cómoda organización bibliográfica.
Mi consejo
Si estás a punto de entrar a medicina en una privada y eso te causa incomodidad, no te preocupes. Con el tiempo irás olvidando esos prejuicios y te irás enfocando en lo que realmente importa: la medicina. Todas las instituciones educacionales tiene sus pro y contras; no dejes que eso defina tu calidad como profesional. Sólo aprovecha lo que te dé tu universidad, y dedícate a mantenerte actualizado en el área, lo cual es la clave para ser un buen médico. Por ejemplo, siempre recomiendo suscribirse a Medscape para estudiantes y leer de vez en cuando artículos en PubMed.
¡Mucho éxito, futuro colega!