10 signos que indican que te debes cambiar de carrera

Aquí hay un hecho que no te dicen cuando entras a la U: Equivocarse es de humanos y también, más común de lo que se cree. A veces elegimos mal, ya sea porque estábamos desorientados en ese tiempo, porque creíamos que la carrera a la que entramos era nuestra vocación, o porque nuestros intereses simplemente cambiaron. No es la gran cosa, y pasa. Pasa mucho.

Así que si esta es tu situación, relájate. Mira esta lista de los 10 signos que indican que quizás deberías reconsiderar tu carrera, y luego piénsalo.

1. Constantemente te estás durmiendo en clases. Literalmente, a los 5 minutos de entrar ya se están cayendo los parpados.

2. Odias a la gran mayoría de tus compañeros de forma irracional. Los que toleras, son los que comparten tu odio por las clases, los profes, la materia y hasta la infraestructura de la U.

3. Te aburren al menos 4 ramos de tu carga académica semestral. Siempre estás mirando la hora, jugando en tu celular, o mirando tristemente por la ventana hasta que se cumplen los 90 minutos.

4. Te la pasas todo el día quejándote. En serio, tienes hartos a tus compañeros.

5. Te enoja cuando cambian las fechas de las pruebas, ya que eso significa más días en los que tienes que estudiar.

6. Tiendes a aislarte de tu curso. No te dan ganas de ir a los carretes, ni siquiera de quedarte un rato después de clases a conversar. Lo único que quieres es llegar a tu casa a dormir.

7. Pasas un tiempo preocupantemente largo pensando en que habrías estudiado si no hubieses entrado a tu carrera actual.

8. Cuando oyes que puede haber paro en tu facultad, sientes una extraña sensación de libertad. Algunos de tus compañeros también apoyan el paro, pero dentro de ti sabes que las razones son diferentes: Ellos están luchando por la carrera, tú solo quieres no ir.

9. Sientes empatía con el profe que odia su trabajo, ese que proyecta diapositivas y las lee con cara de depresión. Curiosamente es el que mejor te cae.

10. Te distraes mucho estudiando. Aun cuando estás en tu casa, con un té y un snack, libros y fotocopias en mano, dispuesto a abrir tu mente a un mundo de conocimientos… oh mira, ¡tú gato está haciendo algo gracioso, debes prestarle atención!