Un día mi pololo me dijo que quería invertir en una tienda. Sí, de la nada se levantó un día por la mañana y me dijo que quería tener una tienda, me sorprendió un poco, pero aproveché la oportunidad porque siempre quise ser la dueña de mi propio negocio, suena muy tentador ser dueño de tus horarios, de no trabajarle a nadie más que a ti y mejor si lo haces con tu pareja con la cual vives. Pasamos mucho tiempo juntos, en otras circunstancias hemos trabajado juntos, vivimos juntos y todo esto da la posibilidad de hacer cosas que no puedes cuando trabajas con otras personas.
Por todo lo anterior, a continuación te dejo 5 razones por las cuales pensé que era una buena idea y ha funcionado de maravilla.
1.- La confianza.
Cuando trabajas con otras personas no sabes si van a sacar la vuelta todo el tiempo o si son responsables. El gran beneficio de comenzar un proyecto con tu pareja es que sabes cuáles son sus fortalezas, sus debilidades y no se sentirá mal si le dices que no está haciendo algo bien. Es más, siempre te ayudará a tomar decisiones realistas y te dirá las cosas tal y como son. No hay nada mejor que la confianza que te da el tiempo juntos.
2.- Motivación.
Nadie podrá motivarte mejor que la persona que amas, levantarte por las mañanas y trabajar las extensas jornadas de trabajo no se te hará tan pesado gracias a que podrán apoyarse el uno al otro. Así como si necesitas un café o algo así podrás pedírselo sin problemas.
3.- Satisfacción.
¿Hay algo más rico que ver a tu pareja hacer lo que le gusta y que esté feliz por eso? También puede aplicarse a ti, la satisfacción que te da hacer lo que te gusta y generar ingresos de eso es más emocionante y llenador que cualquier otra cosa. En el caso de no dedicarse a la manofactura siempre es mejor dedicarte a lo que sabes, a vender en lo que te manejas y a dejar a tus clientes felices. Tu bolsillo te lo agradecerá.
4.- Ambos deciden.
Como ya había mencionado antes, tu alma gemela y tú son los que deciden en qué invertir y dónde, no habrá espacio para terceros, lo que ayuda mucho a la autoconfianza y a tener más de una fuente de ingresos. En el caso de fallar es más fácil pasar las penas juntos.
5.- Su negocio, sus reglas.
Lo bueno de tener total autoridad en la actividad es que pueden decidir sus horarios y repartirse el tiempo en el caso en que uno no pueda atender el negocio, pueden ir a vender a las ferias o eventos que quieran y todo el ingreso es completamente de ambos.
¡Anímense!