“Desde hace más de un siglo hay proyectos de función pública que no le pertenecen al Estado. Todas las universidades G9, laicas y católicas, son un ejemplo de ello”. Con esas palabras el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, respondió a quienes ponen en duda que la casa de estudios que dirige sea realmente una institución pública.
En conversación con La Tercera, la máxima autoridad de la UC dijo que “esta visión refleja un desconocimiento del origen, presente y futuro del sistema de educación superior” y que “en todos los países con sistemas universitarios maduros, lo público tiene que ver con el aporte a la sociedad, no con un criterio de propiedad”.
En el marco de la discusión por el sistema de financiamiento de la reforma a la educación superior, el médico explicó que su institución “es una corporación de derecho público, reconocida como una universidad de función pública por el Estado desde hace cerca de 100 años” y que es por esta labor que recibe recursos públicos.
Además, descartó que recibieran aportes económicos desde el Vaticano y aseguró que la UC posee “completa autonomía académica y administrativa”.
Por último, respecto a si la universidad es o no un plantel elitista, el rector argumentó que el 40% del alumnado proviene de colegios municipales y particulares subvencionados. “La inequidad y elitismo tiene que ver con la formación escolar (...) Apoyamos la implementación del ranking, la disminución del peso y actualización de la PSU”, enfatizó.