Ser meser@ es una pega tan respetable como cualquier otra, pero no faltan las personas que lo consideran un trabajo menor. Maltratos, malos ratos, comentarios pesados o miradas de desdén son acciones que lamentablemente ocurren constantemente, lo peor es que no se está en condiciones de responder de igual forma, con una sonrisa hay que intentar lograr que el comensal se sienta feliz y satisfecho. Además de ser rápido, tener buena memoria y que decir del equilibrio. Esta es una profesión solo para valientes.
1. Cuando la propina es mínima o nula
2. La mala educación cuando te llaman chispeando los dedos o silvando, al igual cuando llaman a un perro
3. Esas extensas y agotadoras horas de trabajo donde no puedes ni sentarte
4. En todos los trabajos se debe tener un mínimo de respeto, pero al ser mesero, probablemente has debido tragarte comentarios odiosos y malintencionados solo porque el cliente tiene la razón
5. Tu sueño frustrado: lanzarle el plato por la cabeza a un cliente terrible
6. Cuando te pelan mientras atiendes a otro comensales. ¿Es qué acaso no ven que estas ocupado trabajando y escuchas cada palabra?
7. Cuando intentan jotearte y no sabes cómo responder
8. Si se te llegara a caer una bandeja de comida... ¡El fin del mundo!
9. La mala cara de los clientes cuando preguntas si desean dejar propina
10. El miedo constante e inicial de que se te caiga algo
11. Cuando te critican por los precios, como si tú los hubieses puesto
12. Cuando te equivocas de plato y debes pagarlo de tu bolsillo