No es fácil asimilar el que nos echamos un ramo. Hay casos extremos en que ni si quiera nos alcanza para el examen final y nos quedamos esperando al resto a fin de semestre. Otros veces no falta a penas una décima para el 4.0 y sin importar los ruegos y los llantos que le hacemos al profesor este no parece interesado en nuestra muerte académica. Sea como sea, el no pasar el curso es un bajón monumental que nos hace replantearnos muchas cosas, tanto propias como del entorno de la carrera. A continuación te resumo 14 de estas ideas que se nos pasan por la mente al echarnos ramos, cosas que a más de alguno escuché por mi pasada por la universidad.
1.- ¿Por qué no estudié más?
Tenía todo el tiempo del mundo y lo desperdicié, no lo puedo creer.
2.- El otro año lo paso
¡Qué tanto!, si después apruebo y adelanto ramos.
3.- No sirvo para la carrera
Definitivamente lo debí pensar mejor antes de postular.
4.- ¿Es el ramo importante?
A ver, vamos a ver la malla, a ver aquí sí, es anual y obligatorio.
5.- No me sirve de nada este ramo
¿De qué me va a servir cuando trabaje?, pucha que le ponen color.
6.- El profe me tiene mala
De seguro no me pasa el/la vieja@.
7.- ¿Estará mala la nota?
El profe se equivocó, debió ponerme una nota que no es, mañana hablo con él.
8.- ¿Y si ruego?
Tal vez si hablo a solas con el/la viej@ pueda solucionar todo.
9.- Es mi culpa
¡Ok! No hay excusa, fui floj@ no más.
10. ¿Soy el único?
¿O fue un ramo corta cabezas? Ojalá, si no que plancha.
11.- ¿Estaré estudiando bien?
Tal vez deba revaluar mis técnicas de aprendizaje.
12.- ¡Pero si estudié!
¿Todo ese estudio no fue suficiente? ¿Qué hice mal?
13.- ¿Podré cambiar la nota?
¿Y si le hago un trabajo extra al profe? Un trabajo con nota me refiero.
14.- Los ramos no deberían ser con nota
En otros países uno va de oyente y sería ¡qué genial!